Racionalidad, fundamentación, y aplicación de la ética

Capítulo 9

Racionalidad, fundamentación, y aplicación de la ética
(Javier Muguerza)

1. La razón práctica

Podemos entender la ética como una reflexión de segundo orden, crítica y filosófica, sobre el plano en que discurre la acción valorativa o normativamente inspirada, o de primer orden. Ahora bien, las discusiones filosóficas han de llevarse a cabo por medio de argumentos orazonamientos, lo que lleva a preguntarnos por el puesto de la razón en la ética, o lo que es lo mismo, por la especificad, si la hay, de “la razón práctica”.

Acuñada por Kant, dicha expresión no aludía a un tipo de razón diferente, sino más bien a uno de entre dos diferentes usos, teórico y práctico, de la misma razón. Pero el origen de dicha distinción se remonta a la distinción aristotélica entre laciencia, que se ocupa de lo necesario, lo que “no puede ser de otra manera”, y la filosofía de las cosas humanas, que se ocupa de lo contingente, de aquello que “puede ser de otra manera”.

Sin embargo, dada la epistemología falibilista hoy vigente, no será la contingencia de sus objetos de conocimiento el criterio decisivo de distinción entre ciencia y ética, sino más bien el que esta última nose ocupa cognoscitivamente de sus contenidos. Trata de juicios de valor, no de hechos.

La “racionalidad práctica” aristotélica tiene más usos que los estrictamente éticos ( la economía doméstica o la administración pública, por ejemplo), lo que ha dado pie a algunas interpretaciones, como la neoaristotélica comunitarista, a decretar la primacía de la política sobre la ética. El hallar enAristóteles una teoría de la argumentación que podría ser común a la razón tanto teórica como práctica, en el sentido de “dar razón” tanto de nuestras creencias (juicios científicos), como de nuestras convicciones (juicios morales), hace que hoy se hable de una fundamentación ontológica de la ética aristotélica, al fundamentar nuestras convicciones en nuestras creencias acerca de lo que somos y hacemos,de nuestro “fin natural”.

Kant renunciará a basar la ética en una ontología. La racionalidad práctica de nuestras convicciones tiene que ver con lo que debería haber, no con lo que hay. Nuestros fines no nos son ontológicamente dados, sino que han de ser éticamente construidos. Así, trata de evitarse la reducción de la razón práctica a una racionalidad de los medios para lograr fines subjetivos,condicionados, exclusivamente instrumental y/o estratégica. Se rechaza la supeditación al uso teórico del uso práctico de la razón, cuyos imperativos son objetivos e incondicionados. Realizar el deber se convierte en el fin de la acción y se subordina la política a la ética: el hombre moderno ya no es social por naturaleza como en Grecia, sino por intención ética.

A esa “ racionalidadinstrumental y/estratégica” la bautizó Max Weber como Zweckrationalität, inapropiadamente traducida como “racionalidad teleológica” o de los fines por tratarse de fines que no son sino medios para otros fines, siendo más afortunada la expresión “racionalidad mesológica” o de los medios. Weber observó su progresiva implantación en áreas cada vez más extensas de la vida social moderna, lo que le produjosentimientos encontrados: si por un lado ayudaba al hombre a liberarse de los errores, prejuicios y supersticiones de la tradición, por otro daba lugar a un mundo desencantado, vacío y desprovisto de sentido que amenazaba con aprisionar al hombre en una ”jaula de hierro”. No otra cosa advirtió ya Nietzsche con el “advenimiento del nihilismo” tras la “muerte del Dios único” y el ocaso del monoteísmo,que inaugura un nuevo politeísmo en el que hacerse cargo de los “fines últimos” o “valores” se encomienda a una lucha de dioses confiada al azar y el destino, más que al gobierno de la razón.

Estas indeseables consecuencias explican la presencia de Kant en la ética contemporánea, pero ha habido también otros intentos de actualizar la concepción heredada de la razón práctica como actividad...