renacimiento

María Colina Gaitán
Abril 27 del 2013
7 grado


Con la escopeta en la mano fue a la cocina, se tomó una cerveza, caminó treinta y siete pasos hacia su jardín mientras cantaba su canciónfavorita. Una vez allí tiró la botella al suelo, cuya estructura vidriosa se partió en miles de pedazos, jaló el gatillo y se escuchó un estruendo. Hasta allí llegó la vida del joven muchacho. Su cuerpoesquelético se desplomó lentamente hacía el suelo, tenía los vidrios clavados en su cabeza sangrante por el disparo que se pegó en la boca. Pero cayó en una cama de flores del jardín ; todas muyvivas y coloridas, que pronto se marchitarían por la plaga de su muerte.

Estaba Alexander en la sala de su espléndida mansión, sentado en el sillón de mamá Margaret, este sillón lo detestaba, perosimplemente se negaba a sentarse en otro, este sillón lo odiaba porque en él se sentaba su madre enferma, en sus últimos días de vida, entonces apestaba a muerto, cosa que para él era detestable. Con carade disgusto como si estuviese en un basurero, esperaba que si hija Juana llegara a las 4:36 P.M con su madre, como siempre lo hacía. Viendo que no llegarían a la hora de siempre, se vio obligado asalir a buscarlas. El colegio de Juana solo quedaba a cuatro cuadras de su mansión, así que no le molestaría mucho caminar un poco. Se alistó para salir; se puso su peluca, su sombrero que le cubríacasi la mitad de la cara, unas gafas de sol parisinas muy oscuras, su bufanda marroquí y su gabardina de terciopelo. Salir así a la calle era la parte que le molestaría, pero no pensaba que hiciera tantocalor, claro, porque había olvidado que en su casa la temperatura era mucho más fría que afuera. Salió a la calle, la gente como habría de ser obvio lo miraba raro por su forma de vestir en verano.De repente Alexander comenzó a ahogarse, sudando como un animal, ya no podía más, sus ropas ya ni le dejaban caminar, tenía muchísimas ganas de quitarse la ropa de sobra, pero tenía temor a que lo...