Riofrío
El juicio que vamos a describir se inicia en septiembre de 2006, pero para los acusados la pesadilla comenzó en julio de 1997, momento en el que se imputaron a 38 personas presuntamente inocentes. El juez instructor Baltasar Garzón, previo conocimiento del caso, se hizo con él. Las irregularidades comienzan con la‘elección el juez’. El procedimiento general habitual es la asignación arbitraria del caso en función de las guardias. Sin embargo, si existe una relación aparente entre el caso presentado y uno anterior, se le asigna el caso al juez de este último. A pesar de que cuando se quiera seleccionar al juez se espera a que éste esté de turno, en este caso se alegó una relación inexistente entre el nuevo caso yuno anterior que había llevado a cabo el juez Garzón. Así, se le adjudicó dicho caso al juez Garzón.
La razón del interés del juez en este caso se fundamentaba en la búsqueda de fama personal, basándose en la imputación de un personaje mediáticamente relevante como Berlusconi, sin importarle consecuencias como llevarse por delante a personas de a pie. Berlusconi era un importantísimo empresarioitaliano con proyección al mundo de la política que fue acusado de poseer el 80% de las acciones de la cadena de televisión privada Telecinco, al haber financiado a otros accionistas para posibilitar su incorporación a la empresa, acción considerada por el juez fraudulenta e ilegal ya que en realidad sostenía que la propiedad todo ese 80% residía en Fininvest. Siendo el máximo legal un 25% (deacuerdo con el art. 19.3 de la Ley 10/1988 de televisión privada). Sin embargo, ya en la acusación el juez incurrió en el primer error, ya que incluso en el supuesto caso de que poseyese dicho 80%, tal infracción no sería punible atendiendo a la Ley Reguladora de la televisión privada de 1988. Dicha ley preveía que en el supuesto de que un accionista rebasara el 25% de las acciones, tal acción noincurriría delito penal, sino que simplemente se exigiría por parte del ministerio competente que la sociedad vendiese las acciones sobrantes en el plazo de un mes. Además, se le acusó de fraude tributario sin fundamento alguno puesto que la Agencia Tributaria no había investigado ni las cuentas ni las sociedades del empresario italiano.
Paralelamente hubo ocho imputados protagonistas: MiguelDuran, ex director general de la ONCE; Santiago Muñoz Machado, ex vicepresidente de Telecinco y autor de este libro; Juan Carlos López Cid-Fuentes, ex secretario general de Telecinco; Alfredo Messina, ex consejero delegado; los empresarios Javier de la Rosa, Rafael Álvarez-Buiza y Ángel Medrano; y Giovanni Acampora, ex abogado de Fininvest.
Cuando comienza la instrucción en 1997, Berlusconi es...
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