Samuellilley el progreso tecnologico y la revoluci¾n inductr ial

19. 20. 21.
22.

Ibid.,pág. 510. Schneider, Op. cit., p.p. 71-72.

Samuel Lilley
Mori, G. La revoluci6n industrialTrd. C. Elori, Barcelona: Editorial CrrticaS.A.,1983, pág. 29.
David landes, en su obra The Unbound Prometheul,,{traducido al español con el titulo de Progreso tecnol6gico y Revoluli6n Industrial -trd. F. Antolfn, Madrid: Editorial Tecnos S.A., 1979-) considera necesarioutilizar letras mayúsculas para referirse al hecho hislórico de que la primera revolución industrial se produjo en Inglaterra en el siglo XVIIIy actuó como un disparador de acontecimientos análogos en otras latitudes. Autores como Hobsbawm, consideran también que 1, Revolución Industrial arrancó, por prime~a vez en la historia, en Inglaterra. Ciertamente hay otros usos del término revolución industrial,principalmente aquellos que nombran asf a la sustitución de la manufactura por la maquinofactura en todas las formaciones sociales donde aparecen innovaciones técnicas o tecnológicas. En este trabajo se asume el uso que landes da' al término. Hicks, J. R. La teoria de los salarios trd. A Pedrós, Barcelona: Editorial labor, 1973, pág. 17. Sartre, J. R. Critica de la raz6n dialéctica 2 vols., trd.M. lamana, 3;1 ed., Buenos Aires: 1979, tomo 1, pág. 379.

El PROGRESO TECNOlOGICO y lA REVOlUCION INDUSTRIAL,1700-1914
La tecnología a~tes de la Revolución Industrial
Para quien

estudia la historia económica y social, la Revo-

lución industrialde los siglos XVIIIy XIXse caracteriza por multitudde hechos nuevos: transición más o menos rápida del la produccióncasera o en pequeñostalleresa la producción en fábricasyel paso de la manufactura en sentido literala la ma- f;: quinofactura; esarrolloespectacular del modelo capitalistade S d
organización industrial y crecimiento -por primera vez a gran (

23.

24.

25. 26.
27.

Ibid. Pág.378. Ibfdem.
Mumford, L. Técnica y civilizaci6n trd. A. de Acevedo, 4;1 ed., Madrid: Editorial Alianza Universidad, 1982, pág. 343.ladril~re, J. El reto de la racionalidad, Salamanca: Ediciones Sfgueme, 1978, pág. 86. BelJ,D. Las contradicciones culturales del capitalismo trd. N. Mfnguez, Madrid: Alianza Editorial S.A., 1977, pág. 225. Ibfdem.

escala- de un proletariado que no poseía nada más que su fuerzadetrabajo; desarrollode mercados nacionalese internacionalesde los productos corrientes más que de los de lujo; el habersellegado en pocas décadas a una etapa en la que la expansiónde una economía industrial podía continuar indefinidamentemediante la reinversiónde los beneficiosobtenidos

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comocapitalización, etc.

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Enla historia tecnológica, también la primera impresión es de novedad: irrupción de inventos revolucionarios que transformantotalmente la escena tecnológica. Peroun examen más detenido nos lleva adar mayor énfasis a la continuidad

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28.

que a la novedad.Elaspecto tecnológicode la Revolución
Industrial(o por lo menos de sus primerasfases)debe conside-

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29. 30.

rarsemásbiencomo una aceleración-una enormeaceleración, sin duda- de un p~oceso que se habra iniciado en la

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EdadMedia.
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Ha habido, en la historiade la humanidad, dos grandeS! revolucionestecnológicas1.la primera se iniciócon el adveniJ\f--'
miento de la agricultura unos 8 000 años antes de Cristo, y nos J.~fl proporcionó todas las técnicas agrfcolas básicas, incluidas laV~;
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c..' mientas en el mundo antiguo y las convirtió en auténticas máquinas. El ligerotelar antiguo fue transformado, con unos mínimos cambios mecánicos, en una máquina inserta en un armazón sólido y equipado con rodillos,un peine suspendido, un mecanismo para la formación de la calada accionado por
pedales y otros artilugios.

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datan del período clásico. Perosi los comparamos con la revolución que les precedió, estos tres milenios suponen un estan" camiento tecnológico. J...