Serafina Davalos
(…)¿Cómo transcurría la vida cotidiana en esa pequeña capital de sesenta mil habitantes, escindida entre las recientes ostentaciones de urbe aporteñadas y sus múltiples huellas de bucólica aldea ribereña? Los viajeros europeos insistían en señalar los contrastes de Asunción, y el gobierno del General Benigno Ferreira (noviembre de 1906/julio de 1908) dedicó todas susenergías y muchos de sus edictos a ampliar aún más las brechas existentes: A civilizar lo que para la percepción “argentinista” de algunos de sus miembros no eran sino resabios de la barbarie local.
Una sola calle – Palmas desde Alberdi hasta 14 de Mayo- estaba pavimentada en madera. Sobre este “Petit Boulevard” deban el lujoso Hotel hispano-Americano- y su centenar de habitaciones con aguacorriente y luz eléctrica, sus salones de banquete, su restaurant con servicio “á la carte”-; el más importante comercio de la época, la casa Rius y Jorba, con sus cien empleados y sus ricos tejidos europeos; el Bazar Inglés y el elegante Centro Español. Era éste el más selecto de los clubes sociales asunceños, tenía entre sus instalaciones mesas de buffet y cantina, salones de baile y de billar,peluquería, una amplia sala de lectura de periódicos y una biblioteca. Una docena de casas de moda proveía de ropa confeccionada a las matronas asunceñas, y las más acomodadas acostumbraban importar sus mejores “toilettes” de comercios parisinos. Francia era, de todos modos, el centro indiscutido de la cultura y el refinamiento: los libros teóricos que llegaban a los escasos consumidores locales eranleídos en francés, y era esa la lengua que las “clases cultas” o acomodadas del país aprendían. En francés se declamaban poemas y citaban frases célebres, y a Paris se enviaban traducciones de las obras de escritores y propagandistas nacionales.(…)
(..)El Instituto Paraguayo, fundado hacia 1890, contaba con unos ciento cuatro estudiantes a comienzos de siglo, de los que seis eran mujeres. Respetadoespacio de discusión y formación, sus salones se convirtieron en tribuna de teóricos y conferencistas europeos como Pietro Gori, Rey de Castro, Guido Boggiani, Moisés Bertoni, Viriato Díaz Pérez y Rafael Barret. La Revista del instituto editaba artículos históricos, antropológicos y de Geografía Natural, y logró una continuidad remarcable.
Tres intelectuales -Manuel Gondra, Cecilio Báez y ManuelDomínguez- eran maestros reconocidos de la intelectualidad paraguaya, y en las artes plásticas, el taller de Da Ponte estaba formando la nueva generación de artistas locales: Samudio, Alborno, Colombo, Almeida, etc.
Cinco diarios –El Cívico, El Diario, Los Sucesos, La Patria y La Ley- y varios periódicos (Tribuna, El Pueblo, El Enano, Rojo y Azul, etc.) se distribuían en la capital, donde llegabatambién regularmente la prensa bonaerense. Las revistas satíricas –Cri-Kri, Tipos y Tipetes, Rojo y Azul- gozaban de mucha popularidad, y El Enano, con caricaturas humorísticas y artículos en guaraní y español, tenía una extraordinaria aceptación en medios populares.
Carreteros, burreras, peones, placeras, mujeres de pueblo, todos de tez morena, vestidos de blanco e indefectiblemente...
Regístrate para leer el documento completo.