Tercerios
En las primeras clases se tratan algunos temas relacionados con la historia de la ciencia, políticas científicas, tecnología y ciencia, sobre todo a través de ejemplos concretos en el país y en América Latina. Se trabaja, entre otros, con textos de Jorge Sábato,Mario Bunge, Marcelino Cereijido y Oscar Varsavsky.
“Ciencia, Tecnología y Desarrollo”, de Mario Bunge, permite tomar conciencia y discutir la íntima relación de esos tres temas, especialmente en lo relacionado con el Desarrollo, que -como escribe Marcel Roche en la Presentación- debe “ser integral, es decir, al mismo tiempo biológico, político, económico y cultural” y, concluye Roche: “¡ Esperoque don Mario nos siga irritando por muchos años más!”.
Ciencia básica, ciencia aplicada, técnica
En el segundo capítulo, muy claramente, Bunge expone las características de la ciencia básica, la ciencia aplicada y la técnica, enfatizando sus relaciones -y, por lo tanto, sus diferencias- que suelen ser incorrectamente interpretadas, sobre todo por los que hacen políticas de Ciencia y Tecnología (Cy T ). “toda la ciencia es parte de una cultura y parecen creer que los científicos pueden ser programados para que produzcan lo que se les ordene”. En cambio, la técnica y la tecnología van donde quiere el país, ya sea por orientación activa o por inercia. Tanto la ciencia como la tecnología tienen diferentes “clientes” y usuarios: la primera se suele decir que es papirófílica y lasegunda papirofobóbica.
En este sentido, en un reportaje de 1974 (Ensayos con Humor / Ed. La Urraca / Bs. As. / 1983), Jorge Sábato respondía a la pregunta sobre qué debería hacerse para aprovechar la capacidad científica y tecnológica de los investigadores en el país: “depende del significado de “aprovechar”…. para impulsar el progreso de la ciencia, entonces lo esencial es promover el trabajo de loscientíficos….y ello supone que 1) su actividad sea legítima y 2) estimular su creatividad…, en cambio, si se trata de “aprovecharla” en la producción de tecnología, entonces lo anterior no basta. Quizá sea condición necesaria pero no suficiente, porque la ciencia es uno de los insumos de la tecnología, pero no el único y muchas veces ni siquiera el más importante. Es esencial que al menos haya unapolítica económica que incluya entre sus objetivos específicos el de lograr una capacidad autónoma de producción y distribución de tecnología en el circuito económico y que provea, además, de un adecuado sistema de castigos y recompensas para hacer factible la tan mentada conexión entre investigación (e investigadores, por supuesto) y realidad (El subrayado es nuestro).
“En suma los cuatro sectoresindicados -ciencia básica, ciencia aplicada, técnica y economía- son diferentes pero interactúan vigorosamente… Por ello es tan equivocado negar las diferencias como exagerarlas… Hay más: los cuatro sectores de marras están en estrecha liga con otros dos, que los expertos en política científica y técnica no suelen mencionar: la filosofía y la ideología”, sigue diciendo Bunge.
Este es un apretado resumen de conceptos que Bunge expone de manera muy precisa, aclarando que, mientras la investigación aplicada se puede planear a largo plazo (¿otro desafío para el país?), la investigación básica surge de las preguntas que se hace el investigador y con las que arma sus planes de investigación. Al investigador aplicado se le puede sugerir, o encargar, que realice un trabajo específico, en...
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