A proposito del decrero 1290 de 2009 sobre evaluacion

A PROPÓSITO DEL DECRETO 1290 DE 2009 SOBRE EVALUACIÓN

Nuevamente se cambia para que todo siga igual.
El pasado 16 de abril fue expedido por fin el esperado y anunciado decreto sobre evaluación y promoción en la educación básica y media. Mediante él se derogó el nefasto Decreto 230 del 2002 que impuso oficialmente en el país la promoción automática, y con ésta la mediocridad y la ley del menoresfuerzo entre los estudiantes.
Su promulgación estuvo precedida de algunos hechos -próximos y remotos- que es bueno recordar, para a efectos de indagar si hay razones válidas para el optimismo oficial, la euforia de los medios de información y el pesimismo crítico de algunos educadores y estudiantes.
El 2008 fue declarado el Año de la Evaluación, y como resultado de diversos eventos conparticipación de educadores, padres de familia, estudiantes, investigadores y ciudadanía en general, cuyo tema central fueron las prácticas evaluativas, se llegó a la conclusión previsible de que era necesario derogar el Decreto 230 y expedir uno nuevo.

Como siempre, los días previos a la sanción presidencial de una norma de tanta envergadura, fueron aprovechados por los medios para sensibilizar a laopinión pública frente a las nuevas decisiones, crear falsas expectativas, abrir debates bizantinos, trivializar las cosas, desinformar, y servir de voceros oficiosos del gobierno.
Fue así como aparecieron publicados titulares de prensa (lo único que a veces lee la gente) como éste de El Tiempo del 11 de abril: “Mejor método entre letras o números a la hora de evaluar prende debate”. Como si elcomplejo asunto de la evaluación educativa pudiera reducirse a escalas numéricas o conceptuales, y el quid del verdadero debate pendiente, no solo sobre la evaluación sino sobre la educación de los colombianos, fuera ese: los instrumentos de valoración.

Caracol radio, por su parte, anunció el mismo día de la promulgación de la norma: “Uribe firma decreto con `revolcón` en las calificaciones”.Hay que advertirles a Caracol y a sus oyentes que lo de ahora es sólo una “voltereta”, comparado con los verdaderos revolcones que se han producido en la educación durante los últimos veinte años.

El problema de la educación básica y media (también el preescolar) no se puede reducir a la evaluación, ni ésta a las calificaciones como pretenden hacerlo creer el MEN, El Tiempo y Caracol, a unaciudadanía mal informada.
Un sucinto recuento cronológico de los principales hitos de la última reforma educativa en Colombia –un largo y sinuoso proceso de casi veinte años- permitirá comprender, de manera aproximada, sus verdaderas intenciones, el sentido de los cambios, su contenido y sus consecuencias.
1991. La nueva Constitución Política, como se recordará, resultado de la concertación dediversas fuerzas políticas, no exento de obvias transacciones, estableció en su artículo 67 que la educación es un “derecho” y un “servicio público”, la corresponsabilidad educativa del Estado, la sociedad y la familia; así como su obligatoriedad y gratuidad entre los cinco y los quince años, con un año de preescolar y nueve de educación básica.
En la práctica se impuso la concepción de la educacióncomo servicio público en detrimento del derecho a educarse y la correlativa responsabilidad social del Estado de garantizarlo a todos los ciudadanos. La responsabilidad compartida ha servido para que los gobiernos trasladen sus obligaciones a la familia y la sociedad y construyan insólitos y nocivos consensos alrededor de decisiones oficiales como el Decreto 1290.
En cuanto a la obligatoriedad dela educación entre los cinco y los quince años, habría que aclarar que otros países han establecido no solo diez sino doce años de formación escolar básica; y que en la educación inicial y preescolar se requieren como mínimo tres años, con lo que el Estado colombiano constitucional y legalmente les está negando por lo menos dos años de educación a los más pequeños, vulnerables e indefensos.

Y...