Personajes Autoguardado
Luis Herrera como Don Damián.
Nathalia Miñoso como La vieja criada.
Patricia Colon como Suegra de don Damián.
Nicol Doñé como La enfermera.
Lill M. Taveras como Esposa de don Damián.
Nadil Castillo como Sacerdote.
Melvin Guerra como Doctor y El alma de don Damián (voz en off)
Eva Molina como Narradora
Libreto:
Don Damián se encontraba en sus “últimas horas”, su alma,aferrada al cuerpo como un pulpo de múltiples tentáculos, escuchaba estremecida los quejidos de la enfermera llamando al médico.
-¡Hay que apresurarse! O viene ese señor y me obliga a quedarme aquí hasta que me queme la fiebre. –Dijo el alma de don Damián. Esta pensaba que al desprenderse del cuerpo sería notada por las personas que lo rodeaban.
Luego la enfermera se acercó con una jeringa hipodérmicaen la mano. Esta procedió a penetrarla en el cuerpo de don Damián, el alma pensó que esto había sido inútil.
-¡Ay, Dios mío, Dios mío, que no sea tarde! –Clamó la voz de la vieja criada mientras se tiraba aullando sobre el lecho.
El alma trepada a la lámpara del techo vio a la suegra de don Damián tomar a su hija de un brazo y llevarla al pasillo.
-No vayas a comportarte ahora como unadesvergonzada. Tienes que demostrar dolor.
- Cuando llegue gente, mamá – Dijo la hija.
-No, desde ahora. Acuérdate que la enfermera puede contar luego…
En el acto la flamante viuda corrió hacia la cama como una loca diciendo:
-¡Damián, Damián mío, ay mi Damián! ¿Cómo podre yo vivir sin ti, Damián de mi vida?
El alma de don Damián admiró la buena ejecución del papel que su esposa a causa de “defendersus intereses”. Su esposa era bastante joven y agraciada, en cambio don Damián pasaba de los 60.
El alma recordaba cierta escena, hacía por cierto pocos meses, en la que la mujer dijo:
-¡No puedes prohibirme que le hable! ¡Tú sabes que me casé contigo por tu dinero!
A lo que don Damián le respondió que con ese dinero había comprado el derecho a no ser puesto en ridículo, en fin, la discusión fuecortada en seco debido a la llegada de unos muy distinguidos visitantes.
El alma distinguió como llegó a toda prisa y un poco acalorado un sacerdote.
-Vine porque tenía el presentimiento; vine porque temía que don Damián diera su alma sin confesar – trató de explicar.
A lo que la suegra del difunto llena de desconfianza, preguntó:
-¿Pero no confesó anoche, padre?
El alma bien sabía que no, ysabía también por qué había llegado el cura.
La larga entrevista que habían tenido horas antes había tenido un tema más árido; pues el sacerdote proponía a don Damián que testara dejando una importante suma para el nuevo templo que se construía en la ciudad, pero él quería dejar más dinero del que se le solicitaba destinado a un hospital.
El cura al llegar a su casa notó que no llevaba consigo sureloj y por eso volvió a casa de don Damián.
El alma tenía la capacidad de estar al tanto de las intenciones de las personas, por eso sabía que la visita del cura a esa hora tan inusual nada tenía que ver con el reino de Dios.
-No, no confesó – explicó el sacerdote-. –No llegó a confesar anoche, y quedamos en que vendría hoy a primera hora para confesar y tal vez comulgar. He llegado tarde, es granlastima.
-Después de todo no le hacía falta, que Dios me perdone. No necesitaba confesar porque tenía una bella alma, un alma muy bella tenía don Damián.
El alma se sorprendió al escuchar la afirmación de la vieja criada, pues, no recordaba haber hecho buenas acciones a lo largo de su vida. En ese momento cayó en la cuenta del poco tiempo que había transcurrido desde el instante en que se desprendiódel cuerpo, ya inerte, de don Damián hasta la mención de lo “bella” que era su alma. Sintió que se quemaba dentro del cuerpo del enfermo y comprendió que la fiebre seguiría subiendo. Antes de retirarse, el médico lo había anunciado:
-Puede ser que la fiebre suba al amanecer; en ese caso hay que tener cuidado. Si ocurre algo llámenme.
Volviendo a lo que decía la criada el cura corroboro sus...
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