Antropología marx - trabajo de hermenéutica

La antropología y Marx

Paulo José Hernández Plasencia

Presentación

En último extremo, la afirmación de Engels junto a la tumba de Marx se podría reducir a esto: o bien Marx (con la ayuda de EngeIs) fue el Darwin de las ciencias sociales, o si no, nadie lo ha sido. (Harris, 1979, p. 190).

El mayor homenaje que puedo hacerle a la figura de Karl Marx es criticarle, y criticarle sinmiramientos. La crítica es una vía polémica de actualizarle y destruir la visión reciente de Marx como “un perro muerto”, indigno por tanto de nuestra atención y estudio, tal y como se contemplaba a Hegel en algunos círculos académicos alemanes de mediados del siglo XIX. Como señala el filósofo español Gustavo Bueno, en ocasiones “pensar es pensar contra alguien”, y yo he decidido pensar en contra deMarx para sacarlo a la palestra de lo relevante y, por así decirlo, quitarle las telarañas. Desde luego, sería una muestra de hipocresía que yo, desde mis coordenadas filosóficas positivistas y fisicalistas, conectadas con la filosofía analítica anglosajona en general, emprendiera un examen interpretativo, subjetivista, psicologista o psicoanalítico del pensamiento antropológico de Marx, unametodología habitual de la emblemática Escuela de Frankfurt. Elaborar un trabajo bajo un método que considero impreciso y erróneo para enfocar el complejo tapiz del mundo (como el hermenéutico), la verdad, sería faltar al rigor y a la honestidad intelectual. Los estudios culturales o hermenéuticos llevados a cabo por Walter Benjamin, Erich Fromm u otros frankfurtianos, a mi juicio, son más literariosque precisos, más metafóricos que rigurosos y, en definitiva, creo que sus discursos, aunque a veces emotivos o poéticos, no nos dicen nada sobre los hechos del mundo; a pesar de que puedan acertar ciertos momentos, pero al nivel del libro de los Salmos del Antiguo Testamento, o el refranero popular. Si disparas a todas partes, como hace Slavoj Žižek, al final por pura probabilidad acabas rompiendoun plato y acertando.

Si pretendo tomar en serio las ideas de Marx y ver qué hay de fértil en ellas, no puedo limitarme a efectuar una exégesis escolástica de sus textos, sino más bien a enfrentar su visión del hombre con las teorías antropológicas más pujantes en la actualidad. Desde luego, sería cuando menos injusto e incluso anacrónico meter las tesis decimonónicas de Marx en una máquina deltiempo y depositarlas sin progresos en el presente, así que tomaré como modelo a desarrolladores contemporáneos de algunos de los conceptos o intuciones marxianas más interesantes en el ámbito de la antropología, como Marvin Harris, Stephen Jay Gould, Richard Lewontin o Karl Wittfogel. Concibo a Karl Marx como un científico social que diseñó una sociología empírica[1], el crítico fundamental delas categorías de la economía política británica de Adam Smith y David Ricardo. Creo que, a la manera del Hari Seldon de la saga Fundación de Asimov, Marx intentó descubrir los ciclos económicos históricos, las leyes de la historia como si fueran leyes de la naturaleza.

Debo aclarar mis coordenadas filosóficas en orden a demostrar que no soy neutral: soy positivista en el mismo sentido en quelo son o fueron, entre otros, Otto Neurath, Quine o Jose María Chamorro. Así pues, creo que el método científico debería aplicarse a todos los términos de lo existente, incluyendo actividades presuntamente “distintivas” del Homo sapiens como el arte o la religión; fenómenos que considero que pueden ser abordados desde un punto de vista naturalista[2]. Como escribió Bertrand Russell en su artículoAtomismo lógico:

Me parece que la ciencia tienen mucho mayores probabilidades de ser verdadera que cualquier filosofía propuesta hasta ahora (sin exceptuar la mía, por supuesto). En la ciencia hay muchos asuntos con los que la gente concuerda; en la filosofía no hay ninguno. Por lo tanto, aunque todas las proposiciones de una ciencia puedan ser falsas, y es prácticamente cierto que hay algunas...