Bioética

Resumen de terminos Eticos

Capitulo 7: relación entre beneficencia y autonomía

El principio de beneficencia sea presentado con frecuencia como mero legitimador del mero paternalismo de los profesionales. Para defenderse del paternalismo se ha apelado al principio de autonomía. Desde esta perspectiva se establece un antagonismo entre beneficencia y autonomía que impide abordar lasrelaciones entre lo que cada principio trata de proteger y promover. En la relación de autonomía y beneficencia existe un exceso de conflictualismo que no permite valorar y percibir las sinergias y zonas de cooperación y potenciación mutua entre los dos principios.
Beneficencia, en los términos que hemos presentado (actuar bien para hacer el bien), no es lo contrario de autonomía; ni autonomía es loopuesto a beneficencia. La relación entre autonomía y beneficencia hay que situarla en un marco más amplio que en el del inevitable conflicto; no son principios tan independientes el uno del otro como para poder estar tan contrapuestos el uno al otro.
El paternalismo es una tentación permanente del profesionalismo, en especial en las profesiones en que el profesional tiene como misión constitutivacuidar del aspecto personal del usuario o cliente de sus servicios.
El profesional, en la medida en que está preparado, acreditado y dedicado a proporcionar esos bienes y servicios tiene un innegable ascendencia (llamemos poder, influencia o dominación) sobre los cliente o usuarios que precisamente acuden a él buscando que se los proporcione. Él tiene, puede y sabe – se supone; de lo contrario esque no es un buen profesional- lo que el cliente o usuario de los servicios profesionales no tiene, no puede, no sabe y sin embargo necesita o desea. Por eso acude a él.
La relación profundamente asimétrica da lugar al abuso, en tanto que toda relación profesional y su cliente se den en base a esa jerarquía. El punto de vista del cliento o usuario no cuenta. La misma palabra “paternalismo”indica que esta relación profundamente asimétrica se asemeja y asimila a la del padre y su hijo menor. Mientras el hijo no sabe lo que necesita o le conviene, el padre decide por él y puede legítimamente imponerle ciertas cosa por su bien. Esta relación protectora tiene pleno sentido mientras el hijo no adquiera la madurez y competencia por sí mismo.
Cuando el profesional pretende imponerdeterminadas actuaciones al cliente o usuario que acude a él sin contar con su criterio ni con su consentimiento, está tratando al cliente o usuario como a un menor de edad y cayendo en el paternalismo.
Podría decirse que hay paternalismo justificado cuando por razones de edad o por otros impedimentos permanentes o transitorios, no hay ni puede haber autonomía; y hay paternalismo injustificado cuando hayautonomía o cuando aun no la haya, el profesional no es quién para determinarlo ni para suplantar a quien legítimamente ostenta la tutela de la persona que no es autónoma.
El mejor antídoto frente a l paternalismo profesional lo constituye la apelación al principio de autonomía. Invocar el principio de autonomía en las relaciones profesionales significa que puede quedar establecida encualquier situación la simetría que quedaba cuestionada con el principio de beneficencia. El cliente o usuario tiene derechos, y su opinión debe ser respetada.
Pero que este conflicto pueda surgir y que de hecho se presente con frecuencia, no significa que la beneficencia sea lo contrario a la autonomía ni que la autonomía sea lo opuesto de la beneficencia de modo que donde esté la una no pueda estar laotra.
Al persona adulta reinvindica con razón que s erespete se autonomía; pero dentro de esa misma autonomía tendrá que toamr en consideración los bienes que están en juego en la accon que se pretende llevar acabo y que, en principio, están encaminadas a beneficiarle. La reivindicación de la autonomía personal no consiste solo en oponerse a las imposiciones ajenas aunque pretendan hacerse...