Casos

VERTIGO. CONVERSIÓN
Un ama de casa de 46 años de edad fue enviada a la consulta por el psiquiatra de su marido, para que se visitara. El marido había observado algunas veces que, en el transcurso de algunas discusiones familiares con su mujer, esta presentaba “ataques” de vértigo que ella refería como incapacitantes.
Durante la visita, la mujer explicó sentirse mal por la sensación de mareointenso que padecía cuatro a cinco veces a la semana, y que se acompañaba de nauseas. Durante estos ataques, la habitación en donde se encontraba adquiría un aspecto “trémulo” y era incapaz de mantener el equilibrio. Inexplicablemente, los ataques se producían alrededor de las 4 de la tarde. Generalmente tenía que tumbarse en un sofá y no volvía a encontrarse bien hasta las 7 o las 8 de la tarde.Una vez recuperada, pasaba el reto del día viendo la tv; algunas veces se quedaba dormida en la sala de estar y no se acostaba hasta las 2 o las 3 de la madrugada. Según le habían comentado el internista, el neurólogo y el otorrinolaringólogo en mas de una ocasión, gozaba de buena salud. La posibilidad de presentar hipoglucemia fue descartada por los resultados observados en los tests de toleranciaa la glucosa.
Cuando se le preguntó sobre su matrimonio, la enferma describió a su marido como un tirano, que muchas veces abusaba verbalmente de ella y de sus 4 hijos. Admitió que tenía su llegada a casa después del trabajo, ya que sabía que le comentaría que la casa estaba hecha un desastre y que la cena, si estaba preparada, no le iba a gustar. Recientemente, desde el inicio de estos ataquela enferma era incapaz de hacer la cena, y su marido y sus 4 hijos iban a cenar fuera de casa. Acto seguido, volvían y se sentaban delante del televisor a presenciar un partido de fútbol, por lo que el diálogo que la pareja mantenía era mínimo. A pesar de estos problemas, la enferma explicó que amaba mucho a su marido y le necesitaba.

EL ESTUDIANTE EMBOTADO.
Un estudiante de universidad de20 años de edad pidió ser visitado por un psiquiatra, ya que se encontraba preocupado por la posibilidad de estar volviéndose loco. A lo largo de los dos últimos años había tenido cada vez mas episodios en los que se sentía “fuera de sí mismo”. Estos episodios se acompañaban de la sensación de que su cuerpo estaba muerto. Además durante estos episodios, su equilibrio se encontraba afectado yfrecuentemente tropezaba con los muebles, estos episodios tendían a presentarse en público, especialmente si el paciente se encontraba algo ansioso. Sentía que no era capaza de controlar su cuerpo y su pensamiento parecía también “embotado”, una sensación muy parecida a la que había experimentado cuando recibió anestésicos por vía intravenosa, cuando se le practicó una apendicetomía hace 5 años.
Lasensación de falta de control que padece el enfermo era especialmente desagradable, t para combatirla movía intensamente su cabeza y se decía a sí mismo “basta”. Esto podía aclarar su mente momentáneamente y restaurar su autonomía, aunque de manera temporal, ya que los pensamientos de muerte y de estar fuera de sí mismo volvía a aparecer. De manera gradual al cabo de unas horas, estas experienciasdesagradables iban desapareciendo. El enfermo se sentía ansioso por su posible reaparición ya que cada vez se presentaban más a menudo y su duración era superior.
Cuando el enfermo acudió en busca de tratamiento, comunicó que padecía esta sintomatología alrededor de dos veces a la semana, y cada episodio duraba de 3 a 4 horas. En varias ocasiones los episodios se habían ocurrido mientras conducíasu coche y se encontraba solo; preocupado por la posibilidad de padecer un accidente, paraba el coche, a no ser que alguien que supiera conducir lo acompañara. Habló de este tema con su novia y a medida que el tiempo fue transcurriendo ella se fue distanciando de el. Le decía que había perdido el sentido del humor y solamente se preocupada por sí mismo. Le amenazó con romper la relación si no...