Ciudades, escuela y sujeto docente

Ciudades, escuelas y sujeto docente «femenino»

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CIUDADES, ESCUELAS Y SUJETO DOCENTE. SU RELACIÓN Y DEPENDENCIA EN AMÉRICA LATINA ENTRE LOS SIGLOS XIX Y XX. ALGUNAS CLAVES PARA LA COMPRENSIÓN DEL PRESENTE* El presente trabajo busca explorar, a partir de las perspectivas de Angel Rama y José Luis Romero, la relación y dependencia que se va generando entre la conformación de la ciudad moderna―como espacio de la «civilización»― en las sociedades latinoamericanas y el desarrollo de la instrucción pública y los sistemas escolares, y el trabajo que realizaron en ese campo los letrados latinoamericanos. Nos interesa, por lo mismo, examinar la posición hegemónica que éstos ocuparon en la orientación que tomaron las políticas educativas, y a la vez detenernos en el análisis del lugardiferente en que se situó al sujeto pedagógico femenino a partir de su configuración genérica. A modo de hipótesis planteamos que la escuela jugó un papel fundamental en la constitución (disciplinamiento al decir de Foucault) de las nuevas formas de subjetividad que las recientes formas citadinas y de acumulación de la riqueza necesitaban. Vamos a partir por un planteamiento compartido por Romero y Ramaque señala que, en el contexto de la expansión de los productos de la modernización, la ideología urbana ganó terreno en casi todos países de América Latina, especialmente cuando se buscaron formulaciones políticas y sociales a fin de encauzar las nuevas formas de convivencia dentro de un sistema institucional. Producto de esa ideología, la ciudad se convirtió en el centro político,administrativo y financiero, lo que permitió su rápido desarrollo. Romero nos dice que paulatinamente, y de modo especial en la segunda mitad del siglo XIX las ciudades latinoamericanas comenzaron a experimentar cambios en todos sus aspectos. En efecto, la ciudad:
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Publicado en revista Temas de educación. Universidad de La Serena, Chile, 2008.

Richard Bravo Piñones. Área de Media. Departamento deEducación

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“Creció y se diversificó su población, se multiplicó su actividad, se modificó el paisaje urbano y se alteraron las tradicionales costumbres y las maneras de pensar de los distintos grupos de las sociedades urbanas. Ellas mismas tuvieron la magnitud del cambio que promovían, embriagadas por el vértigo de lo que se llamaba el progreso,y los viajeros europeos se sorprendían de esas transformaciones que hacían irreconocible una ciudad en veinte años.” (Romero, 1976: 247)1

En una línea de investigación concordante, los historiadores de la educación Martínez y Narodoski, señalan que la institución escolar no es un producto del mundo rural, sino de la ciudad entendida al estilo sarmientino. Será la ciudad, y más aún, la ciudaddel siglo XX la que tendrá que hacerse cargo de problemas que antes no eran del todo visibles y que, por lo mismo, pasaban inadvertidos. Nos referimos a situaciones como los desplazamientos campo-ciudad, la pobreza, el hacinamiento, la infancia, el «interés público»”, el «bien común». Ello indica que en las ciudades se decidía absolutamente todo, incluso las condiciones de vida y el tipo deeducación que debían tener los distintos grupos sociales. Lo anterior nos permite afirmar que ciudad y escuela se crean mutuamente. Así, la escuela aparece como una respuesta posible, pero a la vez progresivamente dominante frente a la urgente necesidad de brindar una solución viable de control y gobernabilidad de la población, especialmente de aquella que se ubica en los centros urbanos. Según losautores ya mencionados, la escuela obedece a una táctica de control y disciplinamiento que integra a los habitantes del Estado-nación y a la vez supera el ámbito del espacio privado de la familia. La escuela cumple una función de corte civilizatorio: integra y hegemoniza: garantiza una lengua común, una identidad nacional y una forma de comportarse.
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Esta misma idea es tratada por Rama en La...