Creativida

CREATIVIDAD
Viviana García Espinal
Muchas ideas sobre el arte se han ido tejiendo en los imaginarios culturales que distancian al hombre común, se piensa que artistas y poetas pertenecen a otras dimensiones alejadas de la gente de los barrios y, que siendo diferentes no es posible alcanzar a entender ese hacer extraño y ajeno; por su parte no se ha alcanzado una cultura del arte que permitaacercar con claridad estos diálogos con las comunidades, creando a veces situaciones que más de ser  una identidad que se construye en si misma, terminan opacando contenidos más valiosos que allí subyacen. La experiencia artística en comunidad muestra una interrelación de  mundos posibles, que al ser abordados como complejidad, vendría a ser lo artístico un detonante para construir lo humano en sudimensión de espacio cotidiano personal y colectivo, que va encontrando  el  cauce en la sensibilidad, en el  reconocimiento de sí y en la posible ingerencia al cambio. Nada simple cuando se trata de tocar las puertas de la percepción en las estéticas que viven, mucho menos cuando se busca que la voz que resuene sea la propia.
Más que de alcanzar un sistema que desentrañe la pregunta por el arte ylo social he tratado de encontrar algunos elementos a través de mi experiencia, que permitan flexibilizar el pensamiento no desde el artista de museo sino de aquel que hace parte e interactúa con personas de diferentes edades en su proceso sensible ante la vida.
El arte visto desde el canon común y clásico tiene que ver con la etimología de las palabras ars latino o techné griego que significandestreza, habilidad y talentos desde el hacer; cuando nos enfrentamos a las poblaciones en la praxis artística, encontramos que esta idea no es distinta de la que su origen muestra, y es que niños y adultos siguen permeando la idea de que pintar, dibujar, amasar el barro está dentro del canon de belleza dado por el talento. Los niños lo evidencian cuando dicen – profe es que esto es muy feo, tanbonito el de aquel-  o sencillamente antes de verlo ya lo han arrugado o tirado al bote de la basura, negándose.
Así aparece la referencia de lo bonito y lo feo, que viene emparentado con la idea de que el artista es aquel que imita o representa la realidad y cuya tradición  ha  centrado sus ideales en lo sensible y la contemplación de la belleza, tradición que ha sido incapaz de interpretar losfenómenos artísticos de los últimos tiempos, especialmente de los grupos étnicos y de los sectores populares, mirada que se queda corta ante los diferentes lenguajes que circulan en comunidades ajenas a su escrutinio de razón.
Es importante recalcar aquí la diferencia entre artesano y artista, siendo el primero reproductor de técnicas y habilidades manuales, conductismo en el cual a veces caen losprocesos de formación no formal en las diferentes comunidades, que tendrían que disponerse a la exploración del mundo emocional y de la creatividad humana en aras de establecer claridades y equilibrios en su habitar cotidiano, destejiendo así la red que fortalece sus relaciones en el amplio sentido de la palabra.  El artista es un provocador de emociones, de sentimientos, un cazador que observaatento en busca de momentos que inspiren lo imaginario, lo mítico, lo fantástico, lo que está debajo de otra superficie para canalizar los flujos del eros y del tánatos.  He comprometido aquí mi vida trazando el mapa de crecimiento personal con el crecimiento artístico, fusionando el arte y la vida en el trabajo con grupos humanos que no aspiran a la profesionalización sino que con el pretextoplástico se han generado procesos para reinterpretar el uno y el todo, en esa búsqueda de lenguajes que nos permitan acrecentar la conciencia de estar vivos,  James Roose-Evans dice:
“Hoy en día, las personas necesitan descubrir o redescubrir, cómo dar forma a sus apremiantes sentimientos, conflictos, anhelos y alegrías, el “yo verdadero y vulnerable”, de modo que se puedan entender mejor a sí...