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CONFLICTOS EN LA COMUNIDAD MORAL DE RICHARD RORTY:

NOSOTROS Y ELLOS


George Clarke



Resumen

Este ensayo pretende discutir los problemas que existen en el pragmatismo ético de Richard Rorty. El antiesencialismo pragmatista hace imposible recurrir a la racionalidad tradicional como fundamento de una conducta moral amistosa entre distintas comunidades, así que paraevitar apoyarse en dicha racionalidad moderna, Rorty propone abandonar la ley moral kantiana por una moral basada en sentimientos de familiaridad y cercanía propios de personas que pertenecen a la misma comunidad para alcanzar lo que llama un «acuerdo no forzoso» entre comunidades con puntos de vista distintos. Sin embargo, como veremos, dicha propuesta es más difícil de realizar de lo que parece sinretroceder a planteamientos racionales. Para ello utilizaremos el riguroso análisis del «otro» que formula Zygmunt Bauman para comprobar que considerar al otro como uno «de los nuestros» no es una tarea sencilla. Lamentablemente para el pragmatismo, encontraremos que no es posible extender nuestros afectos de simpatía natural hacia los «otros» sin recaer en argumentos racionales kantianos.1. Enunciados morales versus enunciados prudentes


Rorty habla de enunciados morales frente a enunciados prudentes, o enunciados no condicionales y categóricos, y enunciados condicionales e hipotéticos. Los primeros se derivan de la obligación moral kantiana basada en la racionalidad trascendental; los segundos son enunciados culturales basados en usos y costumbres que cambian según laevolución de la comunidad que los practica. La moral está siempre envuelta en un halo de obligación que extorsiona y genera angustia, pues «hacer lo que se está obligado a hacer contrasta con hacer lo que resulta natural»1, mientras que la prudencia es aceptada voluntariamente por ser parte de lo que uno cree es correcto o más conveniente según la relación con otros enunciados. Para los pragmatistas,una ley moral universal carece de fundamento porque está basada en un Yo trascendental, una realidad fundadora no relacional que los pragmatistas no pueden aceptar pues todo concepto y toda creencia deben estar relacionados y apoyados en otras ideas. Por lo tanto, las prácticas éticas también están sujetas al contexto histórico y cultural de cada pueblo. Dichas prácticas, por pertenecer a laidentidad de la comunidad, no necesitan ser impuestas como obligación; por consiguiente, la obligación moral está relacionada a aquellas prácticas que no nos resultan naturales, que vienen impuestas de alguna autoridad abstracta superior que podemos llamar, entre otras cosas, racionalidad o Dios.

Por otro lado, mientras que los enunciados morales son explícitos, los enunciados prudenciales sonimplícitos, se han sedimentado y aceptado con el tiempo después de un periodo de prueba y discusión. Si sus efectos son beneficiosos para la comunidad ya no se ponen en duda, y en consecuencia gozan de la aceptación que la ley moral kantiana quisiera tener, pero que sin duda no tiene. La ley se puede imponer efectivamente a la fuerza sólo de manera fáctica, pero no se puede obligar a alguien a creer enalgo de manera forzada. Por otra parte, para los metafísicos moralistas kantianos los derechos humanos serían intrínsecos a la condición de ser racional. Todo ser racional y sólo el hombre lo es tendría ciertos derechos y dignidad sólo por el hecho de estar dotado de razón. La racionalidad implicaría una conducta moral incondicional. Para los pragmatistas, en cambio, los Derechos Humanos son,como todo lo demás, construcciones culturales, enunciados prudentes que en las sociedades que los reconocen se han sedimentado como una parte natural de sus prácticas sociales. Decir que los Derechos Humanos y la idea de igualdad y justicia son inventos sociales, —convenciones, como diría Nietzsche, creados por los débiles para defenderse de los fuertes, no serían argumentos válidos para...