Cuando trabajar enferma

CUANDO TRABAJAR ENFERMA

No sólo los desocupados sufren las consecuencias de los cambios en el escenario laboral. Porcentajes crecientes de gente con trabajo sufren enfermedades psicosomáticas derivadas de la incertidumbre que generan las nuevas reglas del mercado

Domingo 4 de octubre de 1998 | Votar (0)
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"El trabajo ha dejado de ser el refugio seguro que era en elpasado para transformarse en un vínculo transitorio"
En la Argentina, la población económicamente activa es de 13 millones y medio de personas. De esta cifra, trabajan en blanco 6 millones y medio, que son los que realizan aportes jubilatorios. Y 4,5 millones son trabajadores en negro. El resto está sin empleo. Según datos recogidos por la Revista en uno de los centros de terapia sistémica másimportantes de Buenos Aires -institución a la que acuden las empresas para que evalúe, entre otros aspectos, el estado emocional de sus empleados-, en una empresa el 28,3 por ciento del personal presenta trastornos de ansiedad; en otra, el 19,1 demuestra trastornos del estado de ánimo, y en una tercera compañía, el 42,9 de los empleados reconoce enfrentar trastornos familiares y de pareja.
Unaencuesta del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría sobre 922 casos en Capital Federal y Gran Buenos Aires, revela que hay cuatro personas que creen que el desempleo aumentará por cada una que piensa que va a disminuir; que una de cada cuatro personas contribuye a sostener a un jubilado en su grupo familiar, y que tres de cada diez personas contribuyen a mantener un desocupado en su familia.
Enlos cursos de orientación vocacional que se ofrecen en el hospital Borda, la mayoría de los 2000 jóvenes -de entre 16 y 19 años- que acude por asesoramiento proviene de colegios privados. Los especialistas observan que llegan con una angustia muy grande por su historia familiar, donde en la mayoría de los casos o hay desocupación o hay enorme tensión por la eventual pérdida del empleo de suspadres. Varias de las empresas más importantes del país admiten, según fue informado a la Revista por fuentes seguras, que los 48 años marcan, hoy, la edad tope de máximo rendimiento para empleados no jerarquizados en el ámbito privado.
Cuando a mediados de la década del 80 se reúnen por primera vez en Washington los más encumbrados exponentes del pensamiento económico mundial -circunstancia que ibaa ser conocida como el consenso de Washington- , el mundo desarrollado se aprestaba a ser testigo y protagonista de uno de los cambios más trascendentes de su historia.
Por esos tiempos, la onda renovadora de la economía mundial observaba la necesidad de abrir la economía, privatizar y generar transformaciones profundas en los procesos de inversión. A la vuelta de los años, quienes hoy criticanaquellos postulados afirman que las consecuencias fueron la insensibilidad social de los gobiernos, el egoísmo y la falta de solidaridad.
No hace mucho, Naciones Unidas advirtió sobre los desequilibrios sociales que se están dando en el mundo. Denunció que 1800 millones de personas viven por debajo de la línea de extrema pobreza; que 386 empresarios, con nombre y apellido, facturan el PBI del 45por ciento de toda la actividad económica mundial; que hay grupos económicos que tienen más producto bruto interno que países; que hay holdings que podrían comprar países enteros. Y que hay empresas que facturan 93.000 millones de dólares anuales.
Si los años 80 produjeron cambios que dejaron huellas imborrables en el mundo, los efectos de aquellas transformaciones habrían de verse en nuestro paíssólo a mediados de los 90. El más profundo, sin duda, tuvo que ver con la economía y el trabajo.
La Argentina no es la de antes. Y tanto para bien como para mal, las opiniones se dividen casi por igual. Están los que dicen que resulta formidable el nivel de inversiones que ha logrado el país, y los que argumentan que hoy el nivel de inversiones beneficia más a las empresas que a la sociedad....