El centenario de dìaz y el bicentenario de calderòn

Para comparar como se vivieron los festejos del centenario de la independencia en los tiempos del general Díaz y como se viven los festejos del bicentenario en este 2010, si bien es referencia obligada analizar los diferentes enfoques que ambos gobernantes pretendieron darle a la celebración, considero que analizar a la sociedad partiendo de sus diferencias con base en el momento histórico delpaís que les tocó vivir, es el punto medular, pues sabemos que salvo algunas variantes, el discurso del gobierno ha sido el mismo, lo interesante aquí es analizar como dos sociedades tan diferentes, que se enfrentaron y se enfrentan a situaciones tan diversas, vivieron los festejos.

Mi intención en este ensayo no es hacer lo que la mayoría durante este mes principalmente ha hecho: criticarabsolutamente todo lo referente a los festejos y caer en la apatía repetitiva que al menos yo escuchaba al por mayor: “¿pero que vamos a festejar?”, cuestionamiento que de manera obvia hacía referencia a qué tantas razones podría tener el mexicano para festejar una independencia a medias, la crisis económica, el desempleo, el infiltramiento del narcotráfico en las instituciones, los muertos de cada día,los asesinatos a periodistas, la pobreza en la que viven millones, la corrupción…

Sin duda tomar esta postura es lo más fácil, decir y quejarnos de lo poco que tenemos que festejar, y una vez más, culpar de todo esto al gobierno. Para mí las cosas van más allá. El sólo hecho de que nos pongamos a analizar y criticar la mala situación del país, desde luego es un delante de suma importancia quecomo sociedad o como nación tenemos, esa es sin duda la primera diferencia con la que contamos respecto a la sociedad del régimen de Díaz, si bien este hecho es de suma importancia, no es lo único que podemos rescatar, retomando lo que mencioné líneas atrás, es prioritario, al menos para mí en este trabajo, analizar como vivimos los festejos, no sólo del pasado 15 y 16 de septiembre, sino toda laserie de eventos que desde el año pasado han tenido lugar.

Al punto que me interesa llegar es a sí el tipo de festejos que se vivieron en este 2010, eran realmente el tipo de festividades que como una sociedad más adelantada con respecto a la que éramos cien años atrás, esperábamos.

Seguramente muchos se dejaron llevar por la euforia del colorido del desfile, de los espectaculares carrosalegóricos, de escuchar los acordes del “son de la negra” en pleno zócalo y a todo volumen, de la asombrosa pirotecnia y de la simpatía de la catedral al seguir el ritmo de la música. Yo también lo hicé, yo de igual manera me emocioné al ver exaltada la grandeza de los colores, ritmos, sabores e ingenio de nuestra cultura, pero pasada ésa euforia y ya con la cabeza fría, ¿qué nos quedó?

Al menosa mí, un sabor amargo en la boca, pues una vez más la fastuosidad nos deslumbró aunque fuera únicamente durante las horas que duró el festejo. Mismo sabor amargo que experimenté al ver la película “El infierno” que paradójicamente también forma parte de los festejos, específicamente en la escena en la que el escudo nacional se ve bañado en sangre, muy a mí pesar, la escena más impactante. Con estoquiero llegar a algo que me parece hemos mencionado en el aula y he podido comprobar: nadie es completamente bueno y tampoco nadie es enteramente malo.

A pesar de los abusos e injusticias que se cometieron durante el porfirismo, considero que los festejos que Díaz ofreció no subestimaron la inteligencia ni el criterio de la sociedad, cosa que no puedo decir de las celebraciones y la serie deeventos de los que fuimos espectadores.

El enfoque que Porfirio Díaz pretendió darle a todos los festejos fue entre otras cosas, buscar que en el extranjero se reconociera a México como una nación libre, justa, independiente, en paz y además en progreso, valiéndose del uso de la tecnología en la celebración y volviéndolo además una costumbre que se preserva hasta nuestros días. En fin,...