El libro salvaje

Voy a contar lo que ocurrió cuando tenía 8 años. Es algo que no he podido olvidar, como si la historia me tuviera tomando del cuello.
Todo empezó con un olor a puré de papa. Mi madre hacia purécuando tenía algo de qué quejarse o estaba de mal humor.
Eso la ayudaba a relajarse. A mí siempre me ha gustado el puré de papa, aunque en mi casa tuviera sabor a problemas.
Mi madre no advirtió mipresencia. Lloraba en silencio. Yo hubiera hecho cualquier cosa porque volviera ser la mujer sonriente que adoraba, pero no sabía que podía darle alegría.
Entonces me daba cuenta de que estaba dentro deun catillo.
Encendía la luz, miraba el mapamundi sobre el escritorio y el último peluche con el que a veces dormía. Si alguien me hubiera dicho a los 13 años que yo era un niño, me habría puestofurioso.
Mi conejo de peluche estaba ahí porque le tenía cariño. Pero podía dormir sin él y podía defenderme solo. Ni si quiera cuando tenía el sueño escarlata me lo llevaba a la cama.
El conejo memiraba desde su rincón, con un ojo más bajo que el otro.
No le pedía ayuda pero pasaba mucho tiempo antes de que pudiera dormirme.
Lo que más gustaba de los koalas era la forma en que se sostenían delos arboles. Me abrazaba la almohada, como si fuera un koala, hasta quedarme dormido, con la luz encendida.
Tal vez porque estaba creciendo se me ocurrían cosas de terror.
A mis amigos del colegioles gustaban las historias de fantasmas y vampiros. A mi no me gustaban, pero tenía ese sueño horrible.
Una noche desperté aun mas sobresaltado. Prendí la luz y me vi las manos, temeroso de queestuvieran manchadas de sangre. Solo tenía las marcas de tinta con las que había vuelto al colegio. Vi el mapamundi y antes, de que pudiera pensar en países lejanos, oí un sollozó. Venia del pasillo y teníael tono inconfundible de mi madre.

En el camino a la escuela, mi hermana Carmen se burlo de mí porque caminaba dormido. Luego me pregunto que si le enseñaba a ser sonámbula. Carmen solo tenía 10...