El suicidio

EL SUICIDIO

(Fragmentos de artículo publicado en “Crisis de Nuestro Tiempo” por el doctor Alejandro Rocamora Bonilla, psiquiatra español).

INTRODUCCION

La vida ante todo es “querer-llegar-a-ser”. Todo lo que tiene vida, tiene un proyecto, al menos de existir. La angustia surge porque en lo más profundo de nuestro ser sentimos que no podemos realizar nuestros deseos yfantasías, o bien, porque sentimos la amenaza de la muerte o de la locura, como formas de autodestrucción, que nos llevaría a la nada.

Ambas realidades, vida y muerte, son como las dos caras de una misma moneda, que es la propia existencia; muerte y vida son dos realidades que están entretejidas. Una no puede existir sin la otra. Donde hay vida, puede haber muerte, y la muerte siempre presuponela existencia de vida. La muerte no es el último instante de la vida (estamos muriendo en cada momento); la muerte es un hecho de vida.

La vivencia autodestructiva presupone la inclinación hacia la vertiente de muerte. Se sitúa existencialmente al borde del precipicio, que le puede llevar a la desaparición; juega con esa “peligrosa” realidad, aún sabiendo que existe un alto riesgo. De estamanera rompe el equilibrio entre la tendencia de vida y la tendencia de muerte y se toma la opción por una de ellas: el thanatos.

Nuestra reflexión intentará descubrir las claves que pueden hacer comprensible esa conducta. Lo haremos apoyándonos en la experiencia, es decir, con fragmentos de historias de personas que pueden tomar un café con nosotros, ir a la misma película o asistir a unaconferencia, Qué ocurre cuando “una persona corriente”, decide no seguir viviendo? Qué mecanismos psicológicos se ponen en marcha para decidir la autodestrucción?; también, qué aspectos comunitarios (familiares, sociales) se resquebrajan para que una persona solamente contemple el suicidio como su única salida?

El suicidio: una realidad con diferentes ángulos

Así como un paisaje, se puede describirdesde distintos ángulos y con distintos matices, con la vivencia suicida ocurre algo parecido. Se han producido diversas aproximaciones, desde perspectivas muy diferentes: psico-dinámicas, sociológicas o fenomenológica-clínica, pero todas nos transmiten alguna parte de verdad.

La idea del suicidio, en general, suscita un sentimiento de rechazo; cuando no se considera un pecado, se puede vercomo una reacción patológica o un tabú. No obstante, al acercarnos al suicidio deberíamos dejar a un lado todos los prejuicios y condicionamientos culturales, morales y psicológicos. Deberíamos aproximarnos con una actitud limpia, sin “memoria ni deseo”. De esta manera conseguiremos que nuestra intervención no esté contaminada y podremos comprender, aunque no compartir, la decisión de morir.

Elsuicidio es toda conducta humana impregnada de fantasías, deseos e ideas de muerte. Es un amplio espectro que va desde la simple ideación sobre la autodestrucción, hasta la decisión firme de morir, el intento frustrado de muerte, o el mismo suicidio consumado. Podemos, pues, definir el suicidio como “la manifestación de no querer vivir, que lleva consigo la disposición a la muerte”.

El suicidioes una pregunta que lanza el sujeto a su grupo de procedencia. Tiene matices acusatorios, de reproche y sobre todo de falta de comprensión y solidaridad. Es una manera trágica de transmitir la propia soledad dentro del grupo. Es también una llamada de socorro para intentar restablecer una comunicación más sana y más productiva. El suicidio consumado es una pregunta que nunca tendrá respuesta enlos otros.

La muerte y la vida son los personajes principales del drama del suicidio. Entre estas vivencias tiene lugar la decisión voluntaria de morir. El miedo a vivir y el miedo a morir serían los dos extremos de la dialéctica suicida.

El objetivo, pues, es matarse, pero también vivir de otra manera. De aquí que, según Schneider, “el compromiso suicida es en primer lugar un acto de vida...