Etnografia

El presente escrito tiene como finalidad intentar dar respuesta a dos preguntas planteadas en el curso de Teoría del Arte relacionadas con la experiencia estética. La primera nos cuestiona sobre ¿por qué es fundamental la indeterminación de la experiencia estética para que el arte se manifieste políticamente?, la segunda nos lleva a buscar responder, bajo la perspectiva de Schiller o Ranciére, ala premisa de que ambos consideran que es en la autonomía de la experiencia estética donde radica su condición política, lo que nos lleva a la paradoja de que, al ser la exigencia política heterónoma, pondría en entredicho la teoría del arte.
Para contestar a la primera pregunta hemos de recurrir a Manuel Kant, quién en su crítica del juicio estético sostiene, que el juicio estético no esun juicio de conocimiento, no es lógico sino que, para que se dé, éste debe de ser subjetivo. Para Kant el juicio estético surge del sujeto y la representación que éste hace del objeto, es decir, que cuando el sujeto dice que algo es bello, no significa que el objeto tenga dicha cualidad, sino que es la representación que él hace del objeto. Y, de acuerdo con Kant, para que exista un juicioestético, éste debe de ser emitido por el sujeto, buscando el consenso con al menos otro par en el entendido de que ambos tienen una estructura cognitiva similar, en otras palabras busca la universalidad. En Kant esta búsqueda de consenso (sensus communis) es lo que conforma el juicio estético. Un juicio objetivo, como el decir que un objeto cualquiera, por ejemplo, un libro, se encuentra sobre la mesa,no es juicio estético en la medida de que no busca un consenso, debido a que no puede existir un disenso, es así como en Kant, aunque no se presenta como tal, se vislumbra el sentido político del juicio estético mediante la exigencia de la aprobación de lo que para el sujeto es bello.
Siguiendo en este mismo discurso, Friedrich Schiller profundiza en el aspecto político del arte en sus cartasestéticas escritas al Duque Federico Christian de Schleswig-Holstein-Augustemburgo, poco después de la Revolución Francesa, en ellas Schiller hace hincapié en la necesidad de construir un estado de derecho y libertad basado en personas que aprecien las formas y el arte, en otras palabras propone una pedagogía estética.
Para ello, Schiller propone la creación de un tercer carácter, que sirva depuente entre los dos ya existentes, descritos por él como el estado natural (necesidades del hombre) y el estado de derecho (las normas o leyes) y que a decir de Schiller en el contexto temporal en el que se inscribía su discurso, eran insuficientes para formar un estado de derecho y libertad.
Para sostener su propuesta, Schiller acude a la belleza, ya que ésta solicita la participación de larazón al generar un juicio. La belleza, así, convoca y exige a la libertad, ya que en palabras de Schiller, en la carta II, expone que “a la libertad se llega por la belleza”.
La parte determinante del discurso de Schiller es la indeterminación de la belleza, ya que la belleza nos permite que exista una conexión entre la concepción y el plano cognitivo que permite que surja algo distinto, algo queno se encuentra en la experiencia y que no está determinado por la necesidad, dicho de otra manera, la posibilidad de percibir la belleza nos permite tener experiencias distintas. Así, la experiencia de lo bello, es una experiencia concreta
del sujeto, que es emitida por él a través de la abstracción y que espera que a través de una solicitud colectiva, busca que los demás estén de acuerdo con él,llegando a una concreción, en otras palabras, busca que los demás tengan la misma opinión de la experiencia del sujeto. Y es precisamente esta indeterminación de la experiencia de lo bello lo que nos lleva a la dimensión política, debido a que no siempre habrá un acuerdo o un consenso. Así, Schiller concluye con la hipótesis de que la experiencia estética es la matriz del disenso político y...