Filosofia y argumentación
Páginas: 7 (1619 palabras)
Publicado: 8 de noviembre de 2011
ARGUMENTACIÓN Y FILOSOFÍA[1]
En esta lección (de las seis que integran la obra del profesor Adolfo León Gómez Giraldo sobre la “Teoría de la Argumentación”, principalmente Perelmaniana) el autor pone sobre el escenario un marco genitor de esta disciplina del conocimiento, como una respuesta moderna o contemporánea para un viejo dilema polarizante.
Los aleros de ese marco cognoscitivo loconforman dos grandes posiciones filosóficas y por ende el paisaje que alberga dicho cuadro tiene el aroma de las disquisiciones de esa naturaleza.
Usando el mismo método que es el objeto de estudio de su obra, el doctor Gómez argumenta que el surgimiento de dicha teoría acontece de una dicotomía proveniente de corrientes filosóficas norteamericanas, y ello lo hace de manera cuasilógica alcontrastar entre sí las partes del quehacer filosófico en la historia como un todo.
Con ese panorama el doctor Gómez enlista la construcción de la teoría de la argumentación en las denominadas filosofías ‘no fundacionistas’ o, según la visión y las propias palabras del emérito polonés[2], filosofías ‘regresivas’ (nicho actitudinal en donde igual se encuentran según el profesor Gómez, los ingleses KarlPopper y John Austin, éste como Perelman, también abogado), por oposición dicotómica a las denominadas ‘fundacionistas’, o ‘de origen’, como clasificación por cierto que halla paralelo con las denominadas materialistas-idealistas, racionalistas-empiristas, esencialistas-existencialistas, cual epígonos de otros históricos variados ismos.
En el marco base de esas análogas divisiones, caracterizaprimeramente a las segundas, filosofías fundacionistas, (integradas por corrientes muy variadas) como apegadas a unos primeros principios, o fundamentos sismoresistentes, que son evidentes, incorregibles, e infalibles, de las cuales se destacan los racionalistas o intuicionistas en un primer momento, luego los empiristas, y una tercera forma que podría ser la kantiana. Y después caracteriza lasno fundacionistas, signadas por una razonable duda en el descubrimiento o conocimiento de la verdad, si bien, al igual que los anteriores, participan de una principialística (o principalística) como punto de partida de todo sistema de conocimiento o de descubrimiento de la verdad (o del aprendizaje del error como diría el ameritado filósofo inglés), sólo que por lo mismo anterior, éstos sonconcebidos como falibles, perfectibles, cuestionables, y causa de consecuencias no siempre gratas que obligan a su escalonada revisión.
De los fundacionistas emerge, como un subproducto, otro grupo de pensadores que son los escépticos, para quienes los eventos de fracaso de los métodos dogmáticos los deja volitivamente irresolutos, abandonando la opción de asumir soluciones responsables.
Losracionalistas o intuicionistas del siglo XVII cuyo paradigma llega a ser Renè Descartes (y en la fila Spinoza, Leibniz), parten de verdades primeras o universales suministradas por la razón, asistida de la virtud de poder ver inmediatamente, para ir deduciendo otras verdades menores, y así llegar a conocer, en el sentido epistemológico. A su turno, los racionalistas perciben aquellas verdades primeras oprincipios infalibles mediante o a través de la experiencia sensible, para los cuales se destaca Bacon y Locke, en los siglos XIII y XIV, y luego en Inglaterra con Berkeley, Hume y Russell, y el denominado Círculo de Viena (nuevos positivistas). Finalmente, y en esta misma orilla (según lo anota el profesor Gómez) Kant se propone clausurar cualquier debate, inveterado por lo demás, entre losfilósofos “y dar una base segura y definitiva a la filosofía” buscando “convertir la filosofía en una ciencia”; “así han pensado siempre los filósofos fundacionistas”[3].
Bajo este método de contraste, nuestro filósofo criollo hace ver que la teoría de la Argumentación es una alternativa para el pensamiento entre el decepcionado pirrónico[4], y el esquematizado dogmático.
En efecto, si las...
En esta lección (de las seis que integran la obra del profesor Adolfo León Gómez Giraldo sobre la “Teoría de la Argumentación”, principalmente Perelmaniana) el autor pone sobre el escenario un marco genitor de esta disciplina del conocimiento, como una respuesta moderna o contemporánea para un viejo dilema polarizante.
Los aleros de ese marco cognoscitivo loconforman dos grandes posiciones filosóficas y por ende el paisaje que alberga dicho cuadro tiene el aroma de las disquisiciones de esa naturaleza.
Usando el mismo método que es el objeto de estudio de su obra, el doctor Gómez argumenta que el surgimiento de dicha teoría acontece de una dicotomía proveniente de corrientes filosóficas norteamericanas, y ello lo hace de manera cuasilógica alcontrastar entre sí las partes del quehacer filosófico en la historia como un todo.
Con ese panorama el doctor Gómez enlista la construcción de la teoría de la argumentación en las denominadas filosofías ‘no fundacionistas’ o, según la visión y las propias palabras del emérito polonés[2], filosofías ‘regresivas’ (nicho actitudinal en donde igual se encuentran según el profesor Gómez, los ingleses KarlPopper y John Austin, éste como Perelman, también abogado), por oposición dicotómica a las denominadas ‘fundacionistas’, o ‘de origen’, como clasificación por cierto que halla paralelo con las denominadas materialistas-idealistas, racionalistas-empiristas, esencialistas-existencialistas, cual epígonos de otros históricos variados ismos.
En el marco base de esas análogas divisiones, caracterizaprimeramente a las segundas, filosofías fundacionistas, (integradas por corrientes muy variadas) como apegadas a unos primeros principios, o fundamentos sismoresistentes, que son evidentes, incorregibles, e infalibles, de las cuales se destacan los racionalistas o intuicionistas en un primer momento, luego los empiristas, y una tercera forma que podría ser la kantiana. Y después caracteriza lasno fundacionistas, signadas por una razonable duda en el descubrimiento o conocimiento de la verdad, si bien, al igual que los anteriores, participan de una principialística (o principalística) como punto de partida de todo sistema de conocimiento o de descubrimiento de la verdad (o del aprendizaje del error como diría el ameritado filósofo inglés), sólo que por lo mismo anterior, éstos sonconcebidos como falibles, perfectibles, cuestionables, y causa de consecuencias no siempre gratas que obligan a su escalonada revisión.
De los fundacionistas emerge, como un subproducto, otro grupo de pensadores que son los escépticos, para quienes los eventos de fracaso de los métodos dogmáticos los deja volitivamente irresolutos, abandonando la opción de asumir soluciones responsables.
Losracionalistas o intuicionistas del siglo XVII cuyo paradigma llega a ser Renè Descartes (y en la fila Spinoza, Leibniz), parten de verdades primeras o universales suministradas por la razón, asistida de la virtud de poder ver inmediatamente, para ir deduciendo otras verdades menores, y así llegar a conocer, en el sentido epistemológico. A su turno, los racionalistas perciben aquellas verdades primeras oprincipios infalibles mediante o a través de la experiencia sensible, para los cuales se destaca Bacon y Locke, en los siglos XIII y XIV, y luego en Inglaterra con Berkeley, Hume y Russell, y el denominado Círculo de Viena (nuevos positivistas). Finalmente, y en esta misma orilla (según lo anota el profesor Gómez) Kant se propone clausurar cualquier debate, inveterado por lo demás, entre losfilósofos “y dar una base segura y definitiva a la filosofía” buscando “convertir la filosofía en una ciencia”; “así han pensado siempre los filósofos fundacionistas”[3].
Bajo este método de contraste, nuestro filósofo criollo hace ver que la teoría de la Argumentación es una alternativa para el pensamiento entre el decepcionado pirrónico[4], y el esquematizado dogmático.
En efecto, si las...
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