Humanidades

INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL: una nueva autonomía.
El proyecto de otorgar autonomía al IPN comporta mucho más que un problema político y jurídico. En definitiva, lo que estaría en juego es algo que rebasa en mucho el simple acoplamiento de dos tradiciones sujetas a críticas y muy probable modificación: la universidad y la politécnica.
Así pues, la capacidad de decidir sus propios designiosen el terreno político-académico y administrativo representa, para el IPN, una progresión hacia una suerte de “mayoría de edad”, moral y política. En muy buena medida, la universidad medieval, en la antigüedad clásica, eran ámbitos en los que operaba la libertad racional que garantizaba los grandes logros epistemológicos y éticos.
Como puede observarse, para que la autonomía del IPN seaautentica, no serán suficientes las disposiciones políticas, jurídicas y administrativas del caso. Deberá impulsar las iniciativas académicas que hagan posible su nueva condición autonómica, a sujetos que tengan la capacidad intelectual, moral y política de hacerlo. Esta elemental verdad significa que, el IPN no podrá ejercer una real autonomía, si no es capaz de producir conocimientos científicos yhumanísticos y si no los transmite a las jóvenes generaciones de educandos, enfrentados al desafío de vivir bien.
Por el momento, bastara con señalar que este instituto está destinado a la instrucción técnica de nivel superior. Y que sin menoscabo de sus compromisos con la técnica los tenga aun mayor con lo humano. No se trata, en consecuencia, de que el IPN renuncie a su misión de formar técnicos ytecnólogos de la más diversa clase, sino de formar personas que pongan en práctica las tecnologías que ayuden al desarrollo de esa buena vida y el del enriquecimiento cultural de la sociedad de la que todos formamos parte.
“Autonomía”, palabra compuesta griega, formada por “autos” y “nomos”, significa literalmente la potestad de darse a sí mismo la ley. Aplicada a los establecimientos de nivelsuperior, refiere la facultad que estos tendrían que regular con normas propias las relaciones entre las personas que actúan en su seno y las que, como instituciones mantienes con su entorno político y social. Así pues, en el terreno de la autonomía universitaria entran en juego:
* Las relaciones que se dan entre la normalmente llamada “comunidad académica”;
* Las relaciones entre lainstitución y su sociedad de referencia;
* Las que se entablan entre dicha institución y factores heterónomos de poder que, impropia aunque frecuentemente, solemos designar con la expresión “el Estado”.
El eminente filosofo griego Luis Villoro ha tratado de diferenciar entre asociación y comunidad, definiendo a esta como “una unión de personas que hacen coincidir su interés particular con uninterés general”. Los grupos completamente comprometidos con los valores de la académica son, de hecho, los que pueden y por ende, continuar en el tiempo lo esencial del espíritu de las universitas. Es importante tener esto muy claro, porque las preguntas fundamentales que el IPN en trance de convertirse en institución autónoma debe plantearse y tratar de responder son estas:
* ¿quien es, es sucaso, el sujeto real de la autonomía?
* ¿cuál es, en concreto, la contrapartida heterónoma de la autonomía del IPN?
Desde el principio, he querido dar a entender expresamente que el otorgamiento de la autonomía al IPN debe ser visto como la ocasión para concebir e instrumentas una nueva modalidad de autonomía universitaria; esto es, una que supere los limites y vicios del régimen autonómicovigente en México y sea capaz de asumir las novedades de una época que dista mucho de la década de los veinte y treinta del siglo pasado, que fue cuando se definió y empezó a tomar forma dicho régimen en nuestro país, es decir , deben proponerse metas diferentes a las que dieron sentido al ya caduco régimen autonómico.
Pero dado que los costos de toda educación universitaria mínimamente...