Judios

II

De memoria judía a memoria universal(

Alejandro Baer

El Holocausto es conmemorado y enseñado en museos y colegios, es invocado como advertencia ante la inminencia de genocidios y resignificado en el discurso político y en demandas de reparación de colectivos de víctimas de crímenes contra la humanidad. En definitiva, el Holocausto es hoy más que un acontecimiento histórico situado enel tiempo y recordado por las comunidades que constituyen su principales víctimas, los judíos. La memoria de esta tragedia se ha transferido progresivamente, conservando algunos patrones de transmisión de la memoria colectiva judía, hacia instituciones y prácticas culturales en que las llamadas enseñanzas y lecciones del Holocausto han ganado resonancia social y aceptación generalizadas. Pero lamemoria del Holocausto no fue siempre lo que es hoy. Un conjunto de factores, vinculados a tiempos y contextos sociales y políticos muy distintos, han determinado su emergencia y su configuración específica. En las páginas que siguen se analizan, en primer lugar, las características de la memoria colectiva judía, a través de las formas en que se ha expresado en la representación del genocidio nazi.En los apartados siguientes abordaremos el progresivo recorrido del recuerdo del Holocausto de los márgenes al centro de la conciencia histórica de Europa y los EEUU. Veremos el proceso de globalización de la memoria del genocidio judío, con especial énfasis en la impronta estadounidense o “americanización” del Holocausto.

La memoria judía del Holocausto

La memoria, bien es sabido, es unapiedra angular de la tradición religiosa y cultural judía. En la Biblia el verbo hebreo zakhar (recordar) aparece nada menos que en 169 ocasiones, asociado tanto a las glorias como a las tragedias del pueblo hebreo[1]. Una y otra vez el Antiguo Testamento repite el mandato del recuerdo, y el olvido se convierte en la más temida de las desobediencias. “El deseo de olvidar prolonga el exilio, y elsecreto de la redención está el recuerdo”. Esta frase, atribuida al Baal Shem Tov, fundador del movimiento hasídico, señala hasta qué punto la memoria está enraizada en la tradición y en la cosmovisión hebrea. Pero ¿qué es exactamente lo que debe recordar el judío? ¿Su historia? Pueblo de la memoria, señala el historiador Yosef Yerushalmi[2], no significa pueblo de historiadores. El imperativo delrecuerdo tiene poco que ver con una curiosidad por las particularidades de la historia, sino más bien con los esquemas interpretativos a través de los cuales tanto la historia como el presente deben ser comprendidos. Así ocurre también con el recuerdo de las tragedias sufridas por el pueblo de Israel. “Recuerda lo que Amalec te hizo”( es una exhortación bíblica que en tiempos de persecución a lolargo de la historia judía ha retenido su autoridad. Pero este mandato no implicaba una fijación en el sufrimiento pasado, sino, igualmente, el extraer un significado de la destrucción que pudiera iluminar el presente.

El Holocausto fue una catástrofe de carácter único y sin precedentes en el devenir milenario del pueblo de Israel. Sin embargo, la fecunda producción cultural de la memoria forjadaen tantos siglos de historia judía –poemas, crónicas, relatos conmemorativos y rituales de conmemoración y duelo– proveyó los modelos desde los cuales pensar, interpretar y representar la catástrofe del genocidio nazi. Se trataba de una verdadera “literatura de la destrucción”[3], un conjunto de respuestas culturales, ancladas en la tradición, que permitían integrar la profunda brecha que abre elgenocidio nazi en la conciencia histórica judía. La producción cultural en que se da expresión a la memoria del Holocausto se nutre, por tanto, de las fuentes judías, que conforman un específico corpus litúrgico, literario y testimonial y que permite que el acontecimiento presente se interprete como fruto de acontecimientos previos, como una consecuencia en una lógica causal o, como sugiere el...