La economía de puerto rico ante la encrucijada del siglo 21

La economía de Puerto Rico ante la encrucijada del siglo 21
Por Dr. Edwin Irizarry Mora - Catedrático, Universidad de Puerto Rico
INTRODUCCIÓN
Al culminar la primera década del siglo XXI la mayor parte de los problemas de la economía puertorriqueña discutidos a lo largo de varios capítulos del presente texto, o han permanecido dentro de los parámetros descritos, o han empeorado. La situaciónde déficit fiscal recurrente del gobierno central constituye una de las particularidades del periodo más reciente. Bajo una y otra administración se repite el escenario de cierre de años fiscales con deficiencias en el presupuesto de gastos. A pesar de que la Constitución de Puerto Rico exige que dicho presupuesto sea equilibrado, durante años no se han logrado los recaudos suficientes para cumplircon tal disposición (Negrón Díaz, 2007; Inteligencia Económica y Legislativa, 2008). Según la Oficina de Contabilidad General de Estados Unidos (General Accounting Office, 2006) y el Comité de Finanzas del Senado estadounidense (Senate of the United States, 2006) durante el periodo de desfase de la sección 936 –entre 1996 y fines del 2005- el gobierno de Puerto Rico no necesariamente realizóajustes para crear un contrapeso a la reducción en el nivel de actividad económica que siguió a la culminación del estatuto. Este es uno de los aspectos que se señalan –aunque no el principal—como causantes del referido déficit.
Para la fecha de publicación de este libro la economía de Puerto Rico se encaminaba a iniciar su quinto año consecutivo en recesión, lo que ha creado un ambiente deincertidumbre en la mayoría de los sectores industriales. Por un lado, se anticipaba que una vez culminado el periodo 2009-2012, las ventas globales de la industria farmacéutica se habrán reducido en alrededor de 30 por ciento. Desde todo punto de vista tal proyección constituye una mala noticia para esta industria en Puerto Rico, ya que trece de los veinte fármacos orales de mayor venta en Estados Unidoscontinúan produciéndose en el país. Por el otro, a pesar de la aprobación y de la puesta en vigor de la nueva ley de incentivos industriales en julio de 2008 (Ley 73 de 2008), no se anticipaba –ni ha ocurrido hasta la fecha—un repunte en el sector manufacturero; por el contrario, el consenso entre los especialistas en el tema ha sido que dicho sector continuará contrayéndose, no sólo en términosde empleos, sino también en ingresos, producción y en el monto de sus exportaciones (Catalá, 2007b; Negrón Díaz, 2008).
Mientras, la recesión que comenzó en marzo de 2006 ha conducido a una reducción sin precedentes en las ventas de automóviles y de viviendas nuevas, así como en otros indicadores que usualmente se utilizan para medir los niveles de actividad económica (Junta de Planificación,2007). El alza en las quiebras personales y de negocios entre los años fiscales 2006 y 2007 opacó la reducción en este renglón experimentada unos años antes (Negrón Díaz, 2007). Incluso, según algunos autores, deberíamos referirnos al primer decenio del siglo XXI como la ‘década perdida’ (Marxuach, 2007). En ese sentido resulta irónico que, a pesar de las tendencias señaladas, el World EconomicForum clasificara a Puerto Rico en el lugar número 36 en una lista de 130 países, según consta en su publicación “Indice de competitividad global 2007-2008”. Tal clasificación no guarda relación con el clima de incertidumbre y preocupación respecto al futuro inmediato de la economía puertorriqueña. De no alterarse el rumbo descrito, el país se habría sumergido aún más en el periodo recesivo, con elagravante de que la culminación de este ciclo de profunda contracción no era previsible en el corto plazo.
IMPACTO DE LA CRISIS FINANCIERA GLOBAL

Septiembre de 2008 marca el inicio del periodo de crisis por el que atraviesa la economía internacional al momento de publicarse este libro. El punto de partida fue la debacle en el sistema financiero estadounidense, cuya génesis fue la bancarrota...