Lectura

actividad formativa
No sé qué hacer con ella. Mónica Lavín
Antes de marcharme al trabajo entro a su cuarto. Es tarde pero ella duerme. Su cara, todavía con la pintura de anoche, parece la deotra, la quisiera retener así con algo de la placidez infantil que retoma su rostro; También pienso que la familia es el grupo social para fomentar valores, además de los buenos hábitos.
Larecámara es un desorden sin limpieza, sobre el buró las colillas apretadas en el cenicero, una taza de café abandonado. Junto a la cama, las botas negras y sobre la silla, las medias de encaje, la faldatejida y la chamarra de cuero.
La luz del sol se filtra pujante por las cortinas advirtiéndome la hora. Me acerco para trastocar ese gesto angelical y en lugar de llenarla de caricias le habloautoritario.
Despierta, Teresa para tomar tu desayuno, ¡ te preparé el baño para que llegues a tiempo a la escuela !.
* Deja salir una voz ronca, de desvelo y de tabaco: Ya no voy a la escuelapapá.
¿Cómo? -Respondo exaltado- pero hace sólo un mes que te inscribiste.
* Era muy aburrido eso de la taquigrafía.
* Tienes que cumplir con alguna de tus elecciones, No es posible – lareprimo desesperado.
Intenta abrir los ojos enrojecidos y cuajados de rímel entre sus pestañas.
Esta no es forma de amanecer para una chica de dieciséis años.
Irritado me subo al coche y cuadrasdespués de casa intento recuperar el pulso y la calma. Escucho mis palabras: ¿cuál es la forma de despertar a los dieciséis años? ¿cómo despertaba yo? ¿Cómo se provoca a un hijo para que searesponsable? ¿Cómo se le explica que la vida está hecha de obligaciones? ¿Cómo se le cambia el modo de vestir , de comportarse y cómo se vive con ella sin violentarse sin querer echarla de casa?
Trabajoy me olvido. Me persigue su cara con las mejillas rozagantes coronando aquel cuerpo voluptuoso, aquellas piernas macizas que luce con sus faldas ajustadas. Me alcanzan mis dieciséis años.
Salía...