Lengua

INSCRIPCIÓN N°. 259



Colegio Altamira

Integrantes:
Mauricio Dodds
Rodolfo Nicolás Labarca
Tomás Nazal
Marianne von Bernhardi

Profesora responsable: Marianne Leighton.

Texto leído: Cuentos. Silvina Ocampo

Título del ensayo: La infancia inextinguible

Número de palabras: 1.798























La infancia inextinguible


“Dejadque los niños vengan a mí, no se lo impidáis, pues de los que son como éstos es el Reino de Dios” (Evangelio según San Marcos, 10, 14):
La frase anterior condensa una realidad que atraviesa la historia de la cultura occidental: la infancia ha sido idealizada como un período en el cual los humanos se encuentran en un estado de extrema pureza e inocencia, con el alma limpia de culpas. Peroesta visión trasciende la culpa. El niño ha sido considerado a través de la historia un ente intrascendente, exento tanto de la capacidad creadora como destructora del adulto, desconocedor y, en consecuencia, incapaz, pero rodeado por un aura de felicidad, compañía y calidez que ha convertido a la niñez, para nuestra cultura, en el lecho de rosas que todos añoramos y llenamos de dulzura cuando lorecordamos. Esta imagen está arraigada firmemente en nuestro inconsciente colectivo y atañe a todos los sectores de la sociedad. Por solo mencionar un ejemplo, tenemos la llamada “fiesta del angelito”, donde un infante muerto es vestido de ángel, en una confusa mezcla entre funeral y carnaval, en la cual se celebra el hecho de que el menor haya muerto libre de pecados.

Silvina Ocampo[1] esquizás una de las escritoras que mejor ha roto este mito de los niños dulces y bondadosos, mostrándonos niños pálidos, casi famélicos, oscuros y misteriosos, creando así la contraparte a la imagen del niño ángel, sonrosado, que tiene las puertas abiertas al paraíso:


En sus cuentos, la autora argentina configura su particular concepción de la niñez contrariando este lugar común, revelandoaquello de lo que carece. Los personajes infantes de Ocampo buscan en cierta forma un escape del mundo regular o adulto que se les presenta, donde el temor y la culpa son pan de cada día, donde los juegos están limitados por la realidad, la cual es muchas veces discordante con la que ellos enfrentan en su interior. Así, estos niños que parecen vivir en otro lugar y que ven su entorno como una especiede eternos espectadores, abrumados por el mundo real que, para madurar, les exige perder sus características humanas (en el cuento “La raza inextinguible” se explica que la visión de los niños es más auténticamente humana que la de los adultos), buscan paradójicamente un refugio en esa santidad que les es inculcada como un atributo incondicional (los cuentos encuentran muchas veces espacios dondelos símbolos religiosos juegan un papel de peso). La santidad se convierte en un polo de atracción, de tentación, hacia el cual sueñan, pues un santo está libre de pecados y de temores; “Dios mío, haced que todo lo que yo imagine sea cierto, y lo que no pueda yo imaginar no llegue nunca a serlo. Haced que yo, como los santos, desprecie la realidad” (“El diario de Porfiria Bernal”, pág. 464)Este “desprecio por la realidad” es un sentimiento generalizado de los niños-Ocampo. Como explicamos antes, los niños experimentan en su diario vivir una sensación de extrañeza cuando se enfrentan al mundo que se les impone. Sus concepciones de la realidad están regidas por una marca personal, por una singularidad que los sitúa muchas veces por sobre los adultos que tratan de “enseñarles” suverdad, pero que para estos niños especiales no hace ningún sentido, pues la vida en sus casos funciona de una manera distinta. Un ejemplo es el relato “Autobiografía de Irene”, en el cual la protagonista, de niña, descubrió el tortuoso don de ver lo que pasaba en el futuro, cambiando así su concepción normal de lo que era la vida. De esta manera, no sería incorrecto señalar que estos infantes...