Libertad unikino

LA LIBERTAD
Sé que soy mucho más que mi pensar, que mi desear, que mi deliberar, que mi hacer...: Y sé que lo mismo vale de cualquiera: siglos de subsistencia humana frágil, quebradiza, avance y retroceso, rumbo y desvío me lo atestiguan suficientemente, y me invitan a confiar: en mí, y en los demás, en la cercanía con mi realidad: mi Familia, mi Comunidad, mi Universidad, mi Barrio, mi Ciudad,mi Patria toda.

Mi experiencia de libertad-consciencia me atestigua que yo mismo soy para mí mi principal, por no decir mi única, tarea: que nací incompleto, y que se me va la vida en completarme; y, de ello que la sabiduría de mi prójimo me proyecta en mi interacción con el; es por el, que me doy cuenta de mi libertad y de su funcionalidad como necesaria para vivir y ser cada vez máshumano.

Que esa ‘responsabilidad’ es a la vez una promesa, o, por decirlo de algún modo, más que una mera espera es una esperanza: la de que puedo realmente ser más yo: crecer en libertad, en señorío de mí mismo, de mi consciencia y de mis actos que se realizan o frustran según mi elección, benefician o afectan a mi alrededor.

Puedo descubrir que al decidir pormí mismo estoy invitado a tener fe; y que así esa invitación como esa fe misma, son para mí a la vez ‘don y tarea’, compromiso y opción, conquista y gratuidad, y que el creer o no creer tiene que ver íntimamente con mi encontrarme más profundo.

Parecería claro que quien dedicara su vida al cultivo exclusivo de su propio organismo como presentable figura estética, difícilmentepuede creer que tendrá un éxito demasiado duradero en su empresa, pues la evidencia del morir de los humanos parece irrevocable. Podría quizá afirmarse que esa falta de definición corporal va decreciendo a medida que la dedicación y el empeño de alguien se enfoquen en buscar la libertad desde su propia conciencia, así pues, transcenderse, proporcionando lo necesario para plenificar las propiasacciones (como el agua y la tierra se plenifican al hacerse planta, por el calor luminoso del sol y el nocturno descanso en que las acompañan, vigilantes, la luna y las estrellas).

Que, paradójicamente, eso mismo que es tarea, a la vez es descanso y pasatiempo; que lo que yo no he merecido, a la vez es consecuencia de mis decisiones; que eso que es mejor que nada, es tan tremendamente limitadoque me orilla a veces a sentir o pensar que hubiera sido mejor nada; que, así como esa responsabilidad me es irrenunciable, así también cierta irresponsabilidad al ejercerla me es connatural; que la esperanza tendrá siempre algo de desesperación; que mi ser libre y amo de mí mismo lo serán siempre en mi esclavitud y desde ella; que mi rumbo será en ocasiones desvío, mi luminosidad oscura y opacami transparencia, y que, sabiendo cómo hacerme persona, nunca acabaré de saberlo.

A ello me invita esta nueva experiencia de Filosofía Humanista en mi Universidad Kino, pero también en cada uno de los músicos, pintores, danzadores, arquitectos y escultores; como también cocineras, jardineros, mecánicos, futbolistas y artesanos, paleteros y dulceros, panaderos, tirabichis, y,muchas veces, cónyuges, mamás, papás, abuelas, abuelos…, y novios, hermanos, tíos y primos, niños, amigos, compañeros...

A partir de nuestra Libertad aprendemos a elegir lo que más nos conviene, lo que nos realiza como corresponsables de la vida, de la experiencia de nacer y crecer en un mundo de fricciones, de descubrirnos limitados en nuestro decidir a hacer o no hacer.Si el David es en verdad obra maestra, su maestría no le viene de su medida o tonelaje, sino de la genialidad de quien precisamente, a heridas y golpes, disminuyó tamaño y peso de un mármol que se conserva hoy en Florencia; y un solo de clarinete o de guitarra puede ser más bello y más humano que una ópera desmesurada, superflua y torpe, o, una carísima, comercilialísima, publicitadísima y...