psicoanalisis


Retomar la experiencia del Equipo Intemacionalista México-Nicaragua, que luego tomó el nombre de Marie Langer, en el marco de un homenaje postumo, va mas allá del relato cronológico de los hechos. Marie Langer se caracterizó por su humor, su flexibilidad y su coherencia ideológica. Por ello cuestionó modelos cerrados de pensamiento y rechazó la imagen de ella misma comogurú. Creo serrespetuosa de su actitud frente a la vida si propongo resignificar nuestro trabajo a partir de hechos acaecidos con posterioridad a su muerte y que parecerían poner en tela de juicio el sentido de las experiencias previas.
 En la situación actual de Nicaragua, en medio de la crisis del llamado socialismo real, cuando gana fuerza la teoría del traspatio y el cuestionamiento de las soberanías nacionales,cuando bajo las banderas del pragmatismo, el sistema absorbe muchas teorías que lo cuestionaban, es inevitable preguntarse si puede validarse la experiencia acumulada o si es posible ser utilizada sin el horizonte de la utopía.
 No hay respuesta inmediata. Un intento de búsqueda es comenzar con la sistematización de algunos aspectos del trabajo.
LOS PROBLEMAS DEL INICIO.
 En la Nicaragua de1981, devastada por la guerra y eufórica por el triunfo, existían serios rezagos y múltiples problemas de salud. En lo referente a salud mental, las pérdidas que había sufrido la población por el terremoto, la guerra y las migraciones, dejaron secuelas, entre otras, duelos congelados, enfermedades psicosomáticas y padecimientos de diversa índole que recrudecieron con la posterior reanudación de laguerra.
 El sistema de salud no estaba en condiciones de responder eficazmente, a pesar de las profundas modificaciones realizadas a partir de la toma del poder. Por su parte, la población asumió la salud como derecho y demandaba mas y mejor atención.
Grupos de profesionales psi de diferentes países, con diversidad técnica y de concepciones, respondieron solidariamente en apoyo al proceso. Asíllegamos nosotros. La demanda no era clara. Los nicaragüenses subrayaban la importancia de aplicar conceptos integrales de salud y reconocían la necesidad de abrir espacios para la salud mental, pero, en el caso de ésta, no había precisión respecto a cómo realizarla ni a partir de cuáles concepciones. Los grupos de internacionalistas formábamos un abigarrado mosaico de propuestas que a veces secomplementaban y otras se contraponían.
En nuestro equipo había experiencia de trabajo institucional, así como de atención a personas afectadas por la represión y la guerra, pero dudábamos de la pertinencia de nuestras herramientas teórico-técnicas aplicadas a una realidad diferente y, sobre todo, vertiginosamente cambiante. No había modelo válido por sí, todo estaba en cuestionamiento. Quizáesta afirmación parezca desdibujar el papel de la teoría. En realidad apunta simplemente a la descripción de un hecho empírico. Casi todos los miembros del equipo teníamos formación psicoanaiítica y algunos, además, en terapia familiar sistémica. Hubo que hacer un reacomodamiento tanto teórico-técnico como ideológico-profesional.
Durante los dos primeros años (1981-1983) trabajamos a partir delas demandas de diferentes instituciones: Facultad de Medicina, Hospital Psiquiátrico, nivel central del Ministerio de Salud (MINSA). Era un proceso complejo de aplicación de conocimientos y de aprendizaje simultáneo. Mas adelante los ámbitos de trabajo se delinearon con mayor claridad, así como los canales de comunicación con los responsables locales de salud, lo que permitió dar coherencia yconsistencia a la práctica.
Esa primera etapa, un poco confusa, nos permitió acceder a un conocimiento mas amplio de la realidad del país y de los servicios con que se contaba. Con los médicos y psicólogos con los que iniciamos los cursos no compartíamos códigos. Se daban situaciones bizarras. En los primeros viajes cada vez que mencionábamos la palabra inconsciente, no faltaba que alguno de los...