Ser exclavo de tu cuerpo
Cuando comer no es un placer
Es cierto que el cuerpo es la expresión externa de lo que somos y la forma a través de la cual nos ven los demás. En la actualidad, nuestrobienestar personal se basa desproporcionadamente en el éxito profesional, la imagen y el poder adquisitivo. Estas exigencias llevan a un cambio en la escala de valores de los individuos y de la sociedad.Se sobrevalora la imagen como clave del éxito, afectando de forma especial a la población femenina. La esbeltez, el culto al cuerpo y la necesidad de estar delgado como expresión del modelo estéticocultural actual domina nuestra sociedad, y los medios de comunicación y las empresas de publicidad nos bombardean con estos principios.
Un cuerpo delgado se enfrenta a una presión ambiental que no sesufre en otras culturas, y éste es un factor diferencial y poderoso a la hora de que los trastornos de la conducta alimentaria sean una enfermedad relevante en el mundo occidental y la insatisfacciónpersonal esté llevando a un aumento de problemas psicológicos en todas las etapas de la vida.
Obsesionados por las dietas, la comida, las calorías, el gimnasio, las operaciones de estética, laspastillas.... cada vez son más los hombre y mujeres que viven siendo esclavos de su cuerpo. Años atrás, no existía tanta variedad de alimentos, tanta información nutricional (número de calorías,porcentaje de grasas,...) y, paradójicamente, los índices de sobrepeso eran menores.
Quién no tiene una amiga o amigo que depende del restaurante donde quedar, que condiciona una cena agradable dependiendode cómo esté realizada la comida, que escoge lo que tenga menos calorías, da indicaciones de cómo lo quiere cocinado, se limita la apetencia de lo que comparten los demás por la culpa que le invadesi lo prueba, que le supondrá además planificarse de forma excesiva lo que ingerirá al dia siguiente al saltarse su controlada y aburrida dieta y cómo el resto de la semana tendrá que compensar con...
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