Testamentos

La democracia en México y el clero Político
Pablo González Casanova, en 1965, publica un libro fundamental para el análisis sociológico del país: La democracia en México. En esta obra, el distinguido académico analiza con toda seriedad cuáles eran las dificultades para que ingresáramos plenamente en la democracia. Veía, desde luego, como un gran obstáculo el presidencialismo mexicano y la maneraen que el Poder Ejecutivo oprimía a los poderes restantes, el Legislativo y el Judicial. Otra importante contribución de González Casanova es el estudio puntual de los factores de poder y la manera en que se oponían al desarrollo armónico del país. Entre estos elementos, estaba el clero. México ha visto una larga y fatigante lucha entre el poder civil y la iglesia católica. En el siglo XIX, losliberales encabezados por Benito Juárez, trataron de limitar su poder y ambiciones, pero con Porfirio Díaz lo recuperaron en muy buena medida. La Revolución volvió a intentar controlar al clero y se llegó al extremo de una lucha violenta que conocimos como la guerra cristera. Con Lázaro Cárdenas volvió la paz y la iglesia pareció darse cuenta de su papel al servicio de la vida espiritual y no enlos afanes materiales y políticos de la República. Sin embargo, poco a poco, el clero volvió por sus fueros, regresó a ser un factor real de poder con un enorme peso en la vida política. La derecha ganó terreno y los últimos presidentes priístas resucitaron los insanos deseos del clero de participar en la vida política de la nación. Desde Manuel Ávila Camacho que se declaró públicamente creyentehasta Carlos Salinas que modificó la Constitución para beneficio del clero, el sistema ha operado para que el clero católico recupere su sentido de arrogancia y prepotencia usuales en un país creyente. Hoy todo aquello que prohibía una constitución laica, que miraba por las creencias de todos los mexicanos, se da: los actos de culto externo son cotidianos y las intromisiones en política de parte delclero es algo normal. El presidente va a misa, confiesa y comulga sin que a nadie le parezca extraño. Sólo nos faltaría que el presidente jurara, como en Estados Unidos, sobre la Biblia. No pasa un día sin que las autoridades religiosas se entrometan en los asuntos del Estado y que asimismo no les guste que los miembros de otras religiones hagan lo mismo. México, ciertamente, es un paísmayoritariamente católico, pero cada vez que la iglesia católica ha chocado con el gobierno civil por razones terrenales, la iglesia ha sufrido derrotas estrepitosas. El libro de Pablo González Casanova, La democracia en México, es un clásico de la sociología. Muchos de sus conceptos y juicios han pasado a ser obsoletos por razones naturales, pero su espíritu sigue intacto. Los datos asimismo hanenvejecido, pero la intención de sus planteamientos sigue vigente. Por ello, ahora publicamos un fragmento de esa investigación memorable, el referido al clero y a sus desmedidas ambiciones políticas. Para facilitar la lectura hemos suprimido algunas cifras y pies de página. Su sentido se mantiene erguido, del mismo modo que siguen en pie y con mayor fuerza, las intromisiones públicas de los hombres queseleccionaron como carrera la salvación de las almas, pero que han preferido el trabajo terrenal, que viven muy alejados de la doctrina cristiana al violar los principios de un país que ha luchado como pocos para mantener la división entre religión y Estado viva, entre el César y Dios.

(Archivo coleccionable)

P ABLO G ONZÁLEZ CASANOVA
I

El Búho
Felipe Posadas

Con Portes Gil y sobretodo con el general Lázaro Cárdenas se llegó a un modus vivendi entre el Estado y el clero; cesó la persecución, cambió la política de uno y otro, e incluso hubo momentos de franca alianza y hasta apoyo del clero a la política revolucionaria, como fue el caso de la expropiación petrolera, en que el Arzobispo de México exhortó a la grey mexicana a unirse con el gobierno. A partir de la época de...