Testimonio violencia escolar

Testimonios de violencia escolar
Oder Yemal Santana
Esperanza…esperanza

“No estaba segura de querer hablar sobre el tema, la verdad, y menos con un desconocido. Lo que mi familia y yo vivimos no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemigo.

Hoy hemos dejado atrás ese episodio y como en las telenovelas, a lo que sigue. Por eso no estaba segura de contarle nuestra experiencia, quería dejarlaenterrada atrás; pero también pensé que era importante que otros que viven situaciones como la nuestra supieran que no son los únicos y que así como nosotros pudimos salir adelante también ellos pueden.”

Doña Jose o José, como le llaman, es originaria del Estado de Veracruz, de un lugar pequeño de agricultores conocida como “Ojuelos”, aunque en realidad es de una ranchería contigua de apenasunas cuantas casas. Llego a Cd. Juárez hace 15 años, con su esposo, cuando este se fuera de mojado. Juntos con su pequeña de 3 años decidieron aventurarse a salir de su pueblo, algo que poca gente solía hacer y que hoy en día se ha hecho muy común debido a la necesidad. Algunos no conocen siquiera la ciudad de Jalapa –asegura doña José-, salvo pequeños pueblos que colindan con el suyo, y fuera deir a buscar al doctor, de compras, o a vender algo, realmente no sienten la necesidad de salir de su comunidad. “Ahí nos sentimos seguros, pero el hambre, es canija”
–comenta-.

En realidad su meta era cruzar los tres al otro lado, pero al estar ya en la frontera, vieron que no iba a ser sencillo. Algunos amigos les habían asegurado que cruzar era fácil, que lo difícil era del otro lado ya queel trabajo no los iba a estar esperando, y que tendrían que buscarlo con el peligro de que la “migra” los agarrara y los deportara. Sin embargo, nada fue como se los contaron y su calvario empezó desde el momento mismo en que dejaron su pequeño pueblo; su lugar seguro, de manto verde y tierra mojada.

Ya en Juárez sufrieron el robo de lo poco que traían consigo; a su esposo lo llevaron preso alencontrarlo en compañía de dos individuos que se supone lo pondrían en contacto con unos coyotes y que resultó habían robado un camión de pasajeros un día antes. Mientras su esposo trataba de convencer a las autoridades que él no tenía que ver con aquellos sujetos, doña José, de entonces 20 años, se trasladó a las afueras de la propia comandancia de policía en espera de ver salir a su marido, almenos las primeras dos semanas, hasta que se enteró que a los pocos días de ser ingresado lo había trasladado a la penitenciaria; mientras tanto con su hija en brazos pedía apoyo a la gente que veía pasar esperando poder conseguir para darle de comer a su pequeña Esperanza.

Tres meses después su esposo salió libre al no podérsele vincular con los asaltantes. Durante su estancia habíapreguntado entre los internos como llegar a la ciudad de El paso Texas, y una vez libre, le explicó a su esposa que ella debería quedarse en Juárez hasta que él la buscara. Para entonces ya ocupaban unas tapias abandonadas en la colonia Miguel Enríquez Guzmán, cerca de donde ya Doña José había conseguido trabajo limpiando la casa de una maestra jubilada que la vio desesperada pidiendo ayuda para sacar asu marido de la cárcel con su niña en brazos.

Su esposo nunca regresó, ella desconoce si aún vive, lo cierto es que al principio tenía miedo de preguntar y enterarse de lo peor, al menos así aún guardaba una velita de esperanza de que alguna vez las encontrara.

Esperanza

Ella es una jovencita de 18 años, delgada, de cabello largo y lacio. Hoy en día trabaja en una maquiladora junto consu madre desde hace siete meses, ambas laboran en el mismo horario, solo que en una línea de producción distinta, aunque siempre están atenta una de la otra.

Hace cuatro años Esperanza vivió una experiencia muy triste en la secundaria, cuando una compañeras la golpearon luego de varios meses de soportar burlas, acoso y múltiples agresiones verbales, psicológicas y finalmente físicas.

Les...