Evaluación del aprendizaje, ¿qué es eso?
¿QUÉ ES ESO?
Algunas reflexiones introductorias
Javier Olmedo Badía
EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE... ¿QUÉ ES ESO?
1. La situación actual: extremos irreconciliables y confusión extrema.
Al abordar el tema de la evaluación del aprendizaje, conviene hacer algunas reflexiones de mayor amplitud sobre aspectos relativos a la educación escolar en general,sobre todo en lo que concierne a la opinión pública, declaraciones de especialistas y opiniones de la gente común y corriente.
La educación escolar se caracteriza en estos tiempos, por ser un campo de debate amplio, ininterrumpido y concurrido.
Por un lado, todo mundo tiene grandes intereses y esperanzas en la escuela. Si consideramos la enorme expansión que se ha dado en todos los niveles ymodalidades de la educación escolar, entenderemos que no le es ajena a nadie, ya sea en su propia persona o en alguien muy cercano afectivamente: hijos, nietos, sobrinos, ahijados, hermanos, etc. Actualmente en México, uno de cada tres habitantes está inscrito en una escuela. Además, todos tenemos cifradas grandes esperanzas en cuanto a realización personal, avance social y beneficioscomunitarios derivados de una buena educación escolar. Es, inclusive frecuente que a la escuela se le atribuya la capacidad de resolver todos los grandes y más trascendentes problemas sociales (y, por consiguiente, la culpa de que existan) ciertamente de manera poco realista, pero de todos modos alimentando esos intereses y esperanzas mencionados al principio de este párrafo.
Adicionalmente, hay queconsiderar el enorme peso político que las acciones educativas tienen en el presente. No hay gobernante, funcionario o legislador que pueda ignorar el tema o que pueda afirmar que no le interesa. Por el contrario, tendrá que hacer grandes pronunciamientos y compromisos sobre la expansión, el mejoramiento de la calidad y el avance del sistema educativo. El problema principal de este interés (real ofingido) es que los tiempos de la política son muy distintos de los de la educación y que la urgencia de hacer u ofrecer no permite verificar o investigar sobre la verdadera situación y evolución de cualquier aspecto o fenómeno educativo. Pronunciar un encendido discurso en la inauguración de cursos, retratarse ante el edificio recién inaugurado de una escuela, presumir cifras de compras,equipamiento e instalaciones tiene efectos inmediatos y cobertura en noticieros de radio, televisión y prensa. Lograr una mejoría en la calidad de la educación, es prácticamente imperceptible y requiere de varios años de esfuerzos, cambiar prácticas docentes arraigadas, requiere de largo tiempo y del convencimiento y la dedicación de muchas personas. Lo dicho: los tiempos de la política son muy distintosde los tiempos de la educación.
Por otro lado, un proceso evaluativo, además de ser sumamente complejo, es difícil de entender y, a menudo, resulta amenzante. Es posible escuchar a un funcionario que afirme: ¿Para qué necesitamos evaluar? Ya sabemos que las cosas están muy mal y que hay que corregirlas, o bien: El jefe debe hacer un pronunciamiento en este momento y no puede esperar a que sehaga una evaluación. También hay quien reflexiona: ¿Y si resulta que yo (mi propuesta, mi trabajo) están mal o no están dando los resultados esperados? ¿Para qué me arriesgo a hacer una evaluación?
Por si todo lo anterior fuera poco, la educación, por ser un proceso humano fuertemente cargado de aspectos afectivos, ideológicos y poco tangibles, presenta un altísimo nivel de incertidumbre encuanto a sus requerimientos, la manera como se desarrolla y sus resultados.
Si de la educación escolar pasamos al tema de la evaluación educativa en general y al del aprendizaje en particular, nos encontramos con toda esa gama de intereses muy fuertes aunque poco sustentados y a menudo bastante mezclados con aspectos ajenos, lo cual enfrenta al planificador, al evaluador y, sobre todo, al...
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