La mutación empresarial en argentina

La mutación en el poder empresarial
La globalización y el desarrollo de nuevos negocios incorporó otro perfil para las entidades sectoriales, que ahora no se limitan a la presentación de reclamos.
Domingo 26 de enero de 1997 | Publicado en edición impresa
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En la Argentina, en poco menos de una década el poder empresarial dejó de ser lo que era.
Cambió en buena parte el Estado,antes omnipresente benefactor o dispensador de castigos.
Cambió la sociedad por imperio de la globalización y la apertura, aún no en forma total, según los más liberales, o en demasía, según los más proteccionistas. Los empresarios y sus representaciones ideológicas o gremiales viven su transición de viejas centrales de reclamos a otra etapa de definiciones más técnicas y de nuevas ideas, sin teneren claro su presente y mucho menos su futuro.
Para Enrique Ruete Aguirre, presidente del poderoso Consejo Empresario Argentino (CEA), la organización que preside no busca liderar reclamos sino "generar ideas", promover "la modernización del país". Según Sergio Einaudi, director de Techint, "las centrales de ideas sirven para los cambios y las organizaciones que representan a los empresariostambién ayudan al mismo objetivo".
Desde otra arista, Jorge Aguado, vicepresidente del grupo Socma, proclama la necesidad de darles tiempo a las representaciones gremiales empresarias para cambiar. "Están en un proceso de transformación igual que el resto del país, pero deben mantenerse porque el final será bueno."
Claudio Sebastiani, directivo de la Unión Industrial Argentina, sincera uno de losinterrogantes que tienen sus colegas, sobre su rol gremial o político. "Desde la apertura económica, la actitud del empresariado empezó a ser diferente. Nos movemos más hacia el estilo americano, dedicarnos a defender nuestros intereses concretos y minimizar el costado político."
Los voceros de las pequeñas y medianas empresas, que buscan entrar en igualdad de condiciones con sus pares grandes,a las discusiones con todos los sectores con que mantienen diferencias, discuten más su unidad y representación, que sus ideas.
"Ellos no nos representan", dice Guillermo Gómez Galizia, presidente de la Confederación General Económica -la vieja central empresaria de los setenta-, en alusión al Grupo de los Ocho.
¿Dónde está el poder?
Pero la pregunta del millón en este sector en mutaciónpermanente es dónde se expresa el poder empresarial, aunque pocos quieren asumir el antipático papel de juez, en forma visible.
"Si la representación del poder que se busca, es de hecho, debemos pensar en el CEA. Si es de derecho, inevitablemente está en el Grupo de los Ocho", afirma un fino analista del sector.
En el repaso de los pergaminos, el Consejo Empresario Argentino, que preside RueteAguirre (grupo Roberts), y a quien sucederá en pocos meses más Santiago Soldati (grupo Comercial del Plata), lleva la delantera.
Fundado en 1967 por un poderoso grupo de miembros de la elite empresaria nacional, cuyas compañías representan actualmente con su facturación el 10 por ciento del PBI, y con fuertes ataduras con la banca extranjera, sus 41 integrantes actuales defendieron claraspolíticas públicas en la era Menem.
El repaso de algunas de sus publicaciones así lo indica: "Las empresas públicas en la Argentina" (1967), "El fracaso del estatismo" (1987), "Los costos del Estado regulador" (1988), "El gasto público en la Argentina" (1985-1990), "Hacia una economía de mercado" (1990), "Las reformas económicas" (1991) y "Las pendientes, laboral, seguro de salud y previsional" (1992).En el denominado Grupo de los Ocho, ahora en realidad Grupo de los Siete debido a la ya concretada fusión de las dos cámaras de la construcción, las cosas están más claras en función de la actividad productiva que representan.
Allí están la industria, el agro, el comercio, la construcción, la banca y los servicios.
"Los sectores que generan la mayoría de los empleos están en el G-8",...