Mujeres ensayistas e intelectualidad de vanguardia en la costa rica de la primera mitad del siglo xx

Mujeres ensayistas e intelectualidad de vanguardia en la Costa Rica de la primera mitad del siglo XX: Mujeres en de-liberación

Hacía días que no tenía el placer de leer un libro como éste.
Pausado, sobrio y sincero, este libro de Ruth Cubillo Paniagua pone a dialogar a seis de las mujeres más valientes e inteligentes de la sociedad costarricense de la primera mitad del siglo XX.
Por esoeste libro viene a colmar el vacío que la historiografía literaria de Costa Rica ha dejado al omitir la enorme y significativa presencia del ensayo femenino, haciéndonos creer que el ensayo es una forma literaria masculina y que en Costa Rica el grueso de nuestras escritoras se inclinaron por la lírica con unas cuantas excepcionales narradoras. Hic Rhodas, hic saltus: Ruth acompaña su investigaciónde una enjundiosa y utilísima recopilación de ensayos femeninos.
A diferencia de otros esfuerzos que han antecedido a éste en la línea del ensayo femenino en Costa Rica (tengo en mente, por ejemplo, la Antología
femenina del ensayo costarricense de Leonor Garnier, allá por los años setenta), el criterio de seleccción de las autoras, así como de sus textos y hasta del orden de presentación delas ensayistas, tiene ya un contenido y expresa ya una tesis. Ni qué decir entonces de los enfoques que Cubillo elige para cada una de ellas, que hace que brillen sus obras y su pensamiento con un fulgor nuevo, como lo comentaremos en breve.
En este espacio construido por Ruth Cubillo se da un foro de ensayistas, inédito hasta ahora, que muestra la deuda inmensa que las mujeres de este país tenemospara con ellas; pero, sobre todo, que evidencia el débito que nuestra sociedad y cultura, como un todo, todavía mantiene con ellas e incita, por lo tanto, al reconocimiento y a su memoria.
De esta forma, el libro de Ruth es uno de escritura justiciera y, por ende, discurre con un estilo magistral caracterizado por una gran mesura, tanto de forma como de criterio. La sobriedad del punto devista de la valoración armoniza con la búsqueda del equilibrio y la simetría en la composición de cada capítulo: títulos, epígrafe, epílogo, espacio dedicado a cada una de ellas.
Dentro de toda jerarquía hay una igualdad supuesta y es esto lo que plantea implícitamente la tesis de Cubillo; por eso rechaza, con la cortés sinceridad que la caracteriza, la dominancia de la noción de clase social queciertos enfoques sociocríticos – y en eso estamos completamente de acuerdo-, asumen como situatividad fundamental de la subjetividad, a la hora de analizar los contenidos sociales de los textos.
En el caso de las mujeres cuyos ensayos examina, ciertamente la extracción social marca una diferencia y hasta eventuales confrontaciones, pero para Cubillo esta diferencia no explica precisamenrte lomás conmovedor de este foro de mujeres: su impulso liberador y la dolorosa presión de su resistencia. Es precisamente la experiencia de este sufrimiento y esta incomprensión lo que no reconoce barreras sociales en estas mujeres liberadoras. De ahí que este sea un libro feminista, en el más filosófico de los sentidos y en el más epistemológico de los términos; pues es la noción de género la que lorecorre de principio a fin y a partir de la cual también la autora asume honesta y abiertamente su subjetividad, con todos los riesgos que ello todavía implica.
Todo esto me gusta, como me gusta, haciendo caso omiso a las diferencias de clase, ver sentadas juntas a esta media docena de mujeres que representan una muestra muy diversa de sujetos sociales, provenientes de espacios culturalesmuy diferenciados. Hay por eso en el libro una poética, una libertad ensayística – de la que espero se contamine mi comentario- que nos proveee el goce de oírlas discutir cara a cara, mientras excavan, cada una en sus ensayos, a través de las capas de las diversas jerarquías (económicas, étnicas, raciales y genéricas, pero sobre todo morales) de nuestra sociedad.
Allí, en el fondo de ese...