Reflexiones sobre:

Panamá 16 de enero del 2011

REFLEXIONES SOBRE:
Las Garantías Constitucionales
Del proceso Penal.
Dino Carlos Caro Coria (Perú) *
Las Garantías Genéricas:
El Debido Proceso asienta toda su razón de ser en el respeto de Las Garantías Procesales Genéricas, es decir aquellas que por su elemental efecto de acción o defecto de omisión pueden ser reclamadas en todo el alcance de un proceso desdesu inicio de investigación hasta su sentencia y última instancia.
No obstante en la Práctica del Derecho y Administración de La Justicia de Panamá, son las que más impunemente se violentan, sin que sus infractores, sean responsabilizados de sus dudosas, arbitrarias y temerarias acciones. Esta paradójica falta de “sanción” que eclosiona de la Indiferencia de La Corte, nos ha llenado los anaquelesde jurisprudencia reiterativa y es el mayor escollo práctico al proceso evolutivo de la Aplicación de la Justicia.
Hay tres Actores en este Drama (“Dramático” por sus connotaciones y repercusiones humanas), y que se rige por unas normas o reglas de juego muy definidas (La Constitución y todo el ordenamiento de acción que limita, obliga y protege al individuo y su colectivo) los códigos penales,los Investigadores/Acusadores (Ministerio Publico) los Jueces/Garantes y Tutelares (desde el Municipal hasta el Magistrado de la Corte), y las partes (La víctima, el imputado, la defensa técnica o acusativa y los terceros con interés legítimo). El público de este drama, es el Pueblo que espera que las partes se sujeten estrictamente a las reglas del “juego” y esto nos lleva desde una paradojaantropológica:
No hay derechos si no hay sociedad, no hay sociedad sino hay gobierno; es posible tener gobiernos sin derechos, pero es imposible tener derechos sin gobierno.
Hasta un paradigma legal de creciente impacto en nuestra Administración de La Justicia:
NO puede existir una sentencia LEGÍTIMAMENTE MORAL cuyos resultados no solo satisfagan el estricto cumplimiento de la “noma”, sinoademás la (“Expectativa” de seguridad, léase optativamente como confianza), del Pueblo en la pureza e imparcialidad de los Investigadores y Jueces que le representan (En el “hipotético” en el escenario jurídico de la “Obra”, léase Tribunales y Corte); si dentro de todo el proceso, no le fueron reconocidas a las partes del mismo la efectiva practica de un Debido Proceso, y esta “condición” es tan ampliaque resulta difícil concretarla dentro de lo que se compone una TUTELA JUDICIAL EFECTIVA (Para el autor y nosotros coincidimos). Que se resumen magistralmente en los 4 pilares que se citan de la obra de Asencio Mellado Introducción al Derecho Procesal, (Valencia: Tirant lo Blanch, 1997, p. 188).
De estos enunciados que expone el autor surge otra paradójica dicotomía que opera en total perjuiciode la sociedad y de la que todos nosotros somos cómplices en menor o mayor grado. El acceso a La Justicia no significa que se pueden interponer todos los recursos como un rosario de cuentas consecutivas, ya que el fin de estos es que SURTAN SUS EFECTOS de manera tal que el perjuicio por el vicio, el exceso o la omisión se haga tan distantes a los intereses de las partes que el mismo pierda todosu contexto practico para los interesados o perjudicados, y sin esta JUSTICIA PRONTA y cumplida no puede existir una VERDADERA TUTELA EFECTIVA DE LA ACCIÓN JUDICIAL.
De igual manera si al invocar estos “derechos” o al demostrar los agravios que su omisión o exceso producen en alguna de las partes, si estos son motivados y fundamentados con profundidad y razonamiento de las partes estos coliden conun agente investigador, Juez o Magistrado (y destacamos que esta situación suele referirse hasta los Magistrados del Tribunal Superior) que son mediocres en sus esquemas de expresión o hasta inmoral en la verdadera “intención de sus fallos o resoluciones” en el tanto y el cuanto de la motivación y fundamentación jurídica que rayando en el absurdo y la contradicción y su poder de hacer...