Dramaturgia De "Una Máquina Perfecta Con Un Solo Fallo"

ESCENA 1

ACTO 1

500 años.
Basada en la obra de Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina.

Una máquina técnicamente perfecta con un solo fallo.

VOZ EN OFF:

Narrador: Año 1886, Ciudad de Atlanta, EEUU, en su laboratorio el boticario Jhon Pemberton trabaja en nuevos experimentos.

JP interrumpe repentinamente al narrador.

Jhon Pemberton: ¡Shhhhh! ¡Cállese la boca!¡No me interrumpa! Primero machaco hojas de coca, ahora machaco semillas de cola, mezclo aquí, mezclo allá, hojas de coca, semillas de cola, cola con coca, coca con cola. (Este después del experimento se hecha un sorbo)
¡EUREKA! Ya lo tengo.

Hombre 1: ¿Qué es lo que tienes, Jhon Pemberton?

JP: ¡Pruébalo, pruébalo! ¡Creo que es excelente!

H1: Mmm ¿Y qué cura este brebaje? ¿Otro remedio paracalvos?

JP: Que lo pruebes te digo (Con un poco de disgusto). Es para el dolor de cabeza y las náuseas.

H1: Muy fuerte el olor, ¡eh!

JP: ¡Prueba, prueba!

H1: (Saboreando) No sabe mal.

JP: ¡A que no!

H1: ¿Con que lo hiciste, Jhon Pemberton?

JP: ¿Me lo compras o no me lo compras? Después te diré la formula.

H1: ¡Esta bien! ¡Está bien! Que te parecen dos mil dólares.

JP:¡Eh! ¡Eh! Dos mil quinientos.

H1: Eh. Bueno. Ni para ti, ni para mí, dejémoslo en dos mil trecientos.

JP: ¡Bien!

H1: ¡Anda, anda! Dime con que hiciste este veneno, Jhon Pemberton.

JP: Pues con... con coca y con cola.

H1: ¡Ah! Pues se llamará… ¡Coca-cola!

JP: ¡Magnifico!

Narrador: No sabía, entonces, Jhon Pemberton, el boticario, que al vender la fórmula de su Coca-cola,comenzaba una nueva era en la historia de la humanidad.


ACTO 2.

Guía: ¡Jejeje! Bueno, lo que no sabía ese Jhon Pemberton, era la millonada de dólares que iban a ganar los que le compraron la fórmula de su coca con cola. ¿Están claros?

Mujer: ¡Sí!

G: Con mucho dinero y mucha publicidad, en poco tiempo el invento de este boticario le dio la vuelta al mundo.

Hombre: ¡Ay! La Coca-cola, esosí que es un refresco único, yo siempre digo que es como... es como la chispa de la vida.

M: ¡Óiganlo! Repitiendo como un loro lo que dicen los anuncios del radio.

G: ¿Cierto?

M: ¡Como un lorito!

H: Bueno señora, ¡está bien! ¡Está bien! Pero chispa tiene, ¿no es cierto? Eso usted no se lo puede negar, ¿no? Uno lo toma y lo toma y nunca le descubre el saborcito a ese refresco.

M: Esque nadie se lo puede descubrir, a mí me han dicho que la receta de la Coca-cola es como el secreto de Fátima, que solo dos o tres personas en el mundo lo conocen.

G: ¡Ay, señora! ¡Señora! Eso del secreto es publicidad para vender más.

M: ¿Ah, sí?

G: No ve que tanto misterio es también parte del negocio.

M: ¿Pero usted sabe o no sabe el secreto?

G: Pero si cualquiera lo sabe, señora.M: ¿Cómo que cualquiera?

G: ¡Sí! En cualquier laboratorio le analizan el saborcito y le dicen el secreto. Yo se lo digo ahora mismo si usted quiere…

Narrador: Mezcle azúcar, mucha azúcar, con agua, mucha agua, añádale un poquito de ácido fosfórico, otro poco de cocaína o cafeína -según las prohibiciones- otro poco de glicerina, jugo de lima, aceites esenciales y extractos vegetales; todobien batido, embotellado y con una buena campaña de publicidad para que el mejunje se venda.

M: ¡Bah, bah, bah! Así que tanto misterio pa’ eso.

G: Yo diría: “tanto dinero pa’ eso”, porque lo más interesante de este asunto no es la fórmula.

M: ¿Ah, no?

G: No, no, no, es el dineral que hay que pagar por esa fórmula.

M: ¿Que dineral?

G: ¿Pero usted no sabía que nuestro país, tieneque pagar licencias industriales a los dueños de la Coca-cola, por embotellar el refresquito?

M: No, no lo sabía.

G: ¡Ah, bueno! ¡Pues sépalo! Tiene que pagar lo que se llama una patente. Un permiso, dólares contantes y sonantes.

H: Claro pues, señora, la marca hay que pagarla; el que inventa también tiene sus derechos. Usted paga porque embotella un invento ajeno.

M: ¡Ja! Pagará...