Función, norma y valor estético como hechos sociales jan mukarovsky resumen
La aptitud activa a la función estética no es una propiedad real del objeto, aunque este haya sidoconstruido intencionalmente en vista de esta función, sino que se manifies- ta solo en circunstancias determinadas, es decir en un contexto social determinado, un fenómeno que fue portador privilegiado de la función estética en una época o en un país determinado, puede perder esta función en otra época u otro país.
Los limites de la esfera estética no están determinados únicamente por larealidad misma y son muy variables. Este limite entre la esfera de la función estética y los fenómenos extraestéticos no estará, de esta forma determinado, puesto que la pre- sencia de la función estética varia ampliamente y pocas veces es posible afirmar con seguridad la ausencia total de residuos estéticos aun mas escasos. Sin embargo, será posible averiguar objetivamente la participación de la funciónestética, por ejemplo en a cultura del hábitat, del vestir, etc.
La localización de la función estética y la delimitación de su esfera cambia cuando trasladamos el criterio ya sea en el tiempo, espacio o de una formación social a otra. El estado y la evolución de la función estética, no es característica solamente la com- probación de dónde y cómo se manifiesta, sino también la constatación, deen que medida y en que circunstancias se halla ausente o por lo menos atenuada. Es evidente que la transición entre el arte y la esfera extraartística, e incluso extraes- tética, es tan poco distinguible y de comprobación tan complicada, que una delimita- ción realmente precisa es ilusoria. Es necesario renunciar a cualquier intento de es- tablecer un limite entre arte y no-arte, entre lo estéticoy lo extraestético. A pesar de todo, tenemos la sensación muy clara de que la diferencia entre el arte y la esfera de lo que son solo fenómenos "estéticos" es fundamental. Esto consiste en el hecho de que en el arte la función estética es una función dominante, mientras que fuera de él, aun- que esté presente, su papel es secundario. Lo estético no es una característica real de las cosas, nitampoco esta relacionado de manera unívoca con ninguna característica de las cosas La función estética no está tampoco plenamente bajo el dominio del individuo, aunque desde el punto de vista puramente subjetivo cualquier cosa puede adquirir una fun- ción estética, sin tener en cuenta el modo de su creación. La estabilización de la función estética es un asunto de la colectividad, y la funciónestética es un componente de la relación entre colectividad humana y el mundo. Por eso una extensión determinada de la función estética en el mundo de las cosas esta relacionada con un conjunto social determinado. La manera como este conjunto social concibe la función estética, predetermina finalmente también la creación objetiva de las cosas, con el fin de conseguir un efecto estético y la actitudestética subjetiva res- pecto a las mismas.
La norma estética pretende ser una regla de validez invariable. Ademas tiende a una obligatoriedad sin excepciones, nunca puede lograr la validez de una ley natural - de otra manera se convertiría en una ley natural y dejaría de ser una norma-. Existen ciertas premisas en la constitución objetiva del portador de la función estética, que facilitan la apariciónde la función estética. La potencia estética no es por supues- to, inherente al objeto: para que las premisas objetivas puedan hacerse valer, tienen que participar de algún modo en la constitución del sujeto del placer estético.
Las premisas subjetivas pueden tener una justificación tanto completamente indi- vidual como social, como finalmente antropológica, dada por la condición natural del...
Regístrate para leer el documento completo.